Graves incidentes en San Nicolás
Ante los graves sucesos ocurridos en San Nicolás, con peleas entre grupos de "ocupantes habituales" de este mirador del Albayzín, que lo han convertido en un verdadero campo de batalla con lanzamiento de todo tipo de objetos, en un lugar lleno de personas, la Asociación de Vecinos denuncia la pasividad de la administración y la policía que han permitido que éste y otros espacios del barrio se conviertan en un lugar de ocupación y privatización del espacio público con todo tipo de actividades, tenderetes, venta ambulante, ejercicios malabares con todo tipo de objetos (bolos, llamas,...) o lugar de concentración de perros vagabundos. Todo lo cual constituye un peligro para el resto de personas que desean disfrutar de este espacios.
En reiteradas ocasiones se les ha hecho llegar nuestra preocupación por el deterioro y la degradación de estos espacios públicos (San Nicolás, Carvajales, Calderería, algunos puntos de la Carrera del Darro, Santa Ana y Plaza Nueva, Elvira o el Huerto del Carlos). Tanto desde la Asociación como desde la Junta Municipal de Distrito se han reclamado actuaciones para mantener los espacios públicos como un bien colectivo, impidiendo que algunos grupos se adueñen de ellos anulando el disfrute y la tranquilidad del resto de los vecinos.
Reclamamos un barrio para la convivencia, pero de todos, no la usurpación del espacio público por quienes quieren convertirlo en su negocio particular o en su lugar de residencia. Hace ya algunos años que observamos cómo estos espacios han dejado de ser lugar de encuentro, en primer lugar de los vecinos mayores, que además de sus propias tertulias, se convertían en guías de cuantos se acercaban a disfrutar de su paisaje, y en segundo lugar de cuantos granadinos y visitantes se acercaban hasta allí.
Lamentamos que esta dejadez haya llegado hasta los extremos que últimamente estamos viendo, así como las bandas de jóvenes o los delincuentes habituales del tirón y la agresión, que vuelven a poner al barrio en una situación de inseguridad, tanto para los vecinos como para los que visitan este espacio Patrimonio Mundial. Lamentamos igualmente la falta de una clara política turística para un barrio que posibilita estas situaciones, que no constituyen un hecho aislado sino algo habitual que los vecinos estamos hartos de denunciar.
Granada se merece mejor trato por parte de los que tienen el deber de administrar su patrimonio y de todos los ciudadanos. Esperemos que no se llegue a situaciones límites, aunque prácticamente ya lo estamos, y sean capaces de adoptar las medidas necesarias.
