Hamás y Yihad exigen gestos a Israel para hacer firme la tregua
Todas las facciones y organizaciones palestinas, incluidas las más radicales -Hamás, Yihad Islámica y las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa-, se han comprometido a esperar en calma y sin disparar un tiro la respuesta de Israel a las demandas planteadas a través del presidente, Mahmud Abbas, como contrapartida a una declaración oficial y solemne de alto el fuego.
"Es un cese temporal de hostilidades que se prolongará todo el tiempo que sea necesario mientras Israel dé señales de querer negociar y no haya por su parte una provocación", aseguraba ayer en su despacho el diputado independiente Ziad Abu Amr, de 45 años, catedrático de Ciencias Políticas de la Universidad Islámica de Gaza, ex ministro de Cultura y asesor del presidente palestino, que ha venido actuando como mediador entre la Autoridad Nacional Palestina y las fuerzas islamistas en las negociaciones que Mahmud Abbas inició hace una semana.
El profesor Ziad Abu Amr, que desempeñó un papel clave en la negociación y la firma de la tregua alcanzada en 2003, que duró 53 días, espera poder repetir la experiencia, pero para ello opina que "es imprescindible que el Gobierno israelí dé una respuesta, aunque sea parcial, a las reclamaciones planteadas por Mahmud Abbas en televisión". Entre otras demandas, pidió "el cese de hostilidades, la liberación de los presos y el levantamiento de los controles de las carreteras", recuerda.
Netanyahu y Peres
En medio del silencio embarazoso de Israel han empezado a escucharse voces aisladas y dispares de algunos ministros. Mientras que el responsable de Finanzas, el radical Benjamín Netanyahu, aseguraba que el Gobierno israelí no está obligado a hacer ninguna concesión, el viceprimer ministro, el laborista Simon Peres, aplaudía la posición de sus vecinos y urgía al Ejecutivo a dialogar.
"Creo que debemos ayudar al presidente palestino. Tenemos que reanudar el diálogo con ellos e intentar al mismo tiempo mejorar sus condiciones de vida, especialmente levantando los controles de las carreteras y retirando nuestros soldados de las ciudades de Cisjordania, en las que la Autoridad Palestina pueda asumir el control", aseguraba ayer por radio Peres, en un mensaje dirigido a la vez a Mahmud Abbas y a Ariel Sharon.
La incertidumbre en que se encuentra el proceso podría despejarse a partir del miércoles con la llegada a Israel y a los territorios palestinos de William Burns, emisario de la Casa Blanca, quien se reunirá con los líderes de ambas partes. Será su primera misión oficial en la zona tras la toma de posesión de George W. Bush.
La situación de calma, que se prolonga desde hace cinco días, es frágil, según se desprende de las declaraciones de algunos grupos autónomos radicales del sur de la Franja de Gaza, como por ejemplo las Brigadas de Ahmed Abu Rish. Ayer, un portavoz de este grupúsculo asumía la responsabilidad de tres disparos de morteros sobre posiciones israelíes y anunciaba nuevos ataques.
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