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LOS INCIDENTES DE LA MANIFESTACIÓN DE LA AVT

Interior descarta que la agresión a Bono fuera obra de grupos 'ultras' o neonazis

El ministro de Defensa no avisó a la policía ni a los convocantes de que iba a la manifestación

Jorge A. Rodríguez

El Ministerio del Interior mantiene abierta una investigación para aclarar la agresión que sufrió el pasado sábado José Bono, ministro de Defensa, durante la manifestación de apoyo a las víctimas del terrorismo. Los policías que custodiaban la marcha han enviado sus primeros informes al juez, en los que inicialmente se descarta que la agresión fuera "premeditada", puesto que la presencia de Bono no estaba prevista, o que fuera realizada por ultraderechistas o neonazis organizados. Además, tampoco se aportan datos sobre quién pudo pegar al ministro, ya que los golpes se los dieron sin que se viera.

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La Dirección General de la Policía y la Delegación del Gobierno en Madrid siguen intentando averiguar quién o quiénes agredieron a Bono, aunque consideran "muy difícil" que finalmente se logre una identificación fiable que pueda conducir a detenciones, según fuentes de la investigación. Los encargados del caso subrayan que la agresión no pudo ser premeditada, ya que ni la policía ni el servicio de seguridad montado por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) habían sido avisados por Bono de que iba a acudir.

Las fuentes policiales consultadas aseguran que el ministro no avisó ni a los responsables de Seguridad Ciudadana o Información ni a la Jefatura Superior de Policía de Madrid. Estos servicios sí estaban informados de que iban a acudir otras personalidades del Gobierno, entre ellas el ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, y el secretario de Estado para la Seguridad, Antonio Camacho.

La zona en la que marchaban las personalidades políticas contó con una nutrida presencia de fuerzas de seguridad de paisano -incluidos agentes de Información-, estaba rodeada por los encargados de seguridad de la AVT y reforzada con un anillo exterior de miembros de las Unidades de Intervención Policial (UIP).

La presencia de Bono fue conocida por las Fuerzas de Seguridad sobre las 17.45, tras la advertencia de uno de los policías que vigilaban la manifestación. Bono se mezcló entre el gentío, protegido sólo por su "cápsula de seguridad", es decir, los guardaespaldas que le corresponden como titular de Defensa. Este elemento sorpresa de la presencia de Bono es lo que lleva a determinar a la policía que la agresión no fue "premeditada".

La policía ha repasado los vídeos grabados durante la manifestación y ha hablado con los encargados de la seguridad de la AVT en el intento de esclarecer quién golpeó a Bono. "La verdad es que no se ve nada claro, y es muy difícil que se llegue a individualizar la agresión", según fuentes conocedoras de las pesquisas. "Los golpes se los dieron sin que se viera, por abajo. Y de ese modo lo mismo le podían haber dado una puñalada", señalaron fuentes policiales.

Lo que prácticamente han descartado es que los incidentes fueran organizados por elementos de grupos o bandas de ultraderecha o neonazis. "No, fue gente que estaba en la manifestación justo en la zona en la que entró Bono, y que además ni se sabía que iba a llegar ni por dónde". La policía también trata de averiguar si durante la semana pasada hubo alguna instigación de "grupos extremistas" para crispar la manifestación, algunos de cuyos participantes acabaron la jornada ante la sede de la cadena SER, lanzando insultos a esta emisora y al Grupo PRISA, editor de EL PAÍS.

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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