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Sanidad investiga 25 casos de cáncer en vecinos de una antena de telefonía

El Ayuntamiento de Móstoles ordena cerrar la base emisora, que lleva ocho años sin licencia

Oriol Güell

La Consejería de Sanidad ha abierto de oficio una investigación para aclarar si los 25 casos de cáncer (11 afectados ya han fallecido) que, según los vecinos, se han registrado en los últimos ocho años entre los residentes de ocho edificios de Móstoles están relacionados con la presencia en una de las azoteas -en el número 1 de la calle de Julio Romero- de una gran estación emisora de telefonía móvil. El Ayuntamiento de Móstoles (PP) ordenó el pasado 15 de diciembre el cese "de forma inmediata", aún no ejecutado, de la estación por carecer de la licencia de funcionamiento.

Los vecinos del edificio más afectado -el número 1 de la calle de Julio Romero, con 10 casos de cáncer y cinco fallecidos en 31 viviendas- firmaron hace ocho años un acuerdo con la empresa Airtel (hoy Vodafone) para instalar una antena de telefonía móvil en la azotea.

El pago anual acordado de la empresa a los vecinos era de 3.600 euros anuales. Desde entonces, sin embargo, varias cosas han cambiado. En primer lugar, de una antena inicial se pasó a tres poco después. Hoy hay nueve, "y grandes baterías, generadores y demás equipos que nadie sabe que son", explica Antonio Gómez, un afectado por cáncer de colon.

Lo más inquietante, sin embargo, es la percepción de que los tumores malignos entre el vecindario no han dejado de aumentar desde entonces. Además de los registrados en el número 1 de Julio Romero, hay seis casos más, con dos fallecidos, en los colindantes números 1 y 3 de la calle del Pintor Zuloaga.

En los números 10 y 12 de la calle de Julio Romero hay otros dos casos de cáncer; y siete más, con cuatro fallecidos, en los números 1, 3 y 4 de las calles del Pintor Miguel Ángel y del Pintor Miró. Todos ellos se encuentran en un radio de menos de 50 metros de la estación de telefonía móvil. Predominan los casos de cáncer de colon y de estómago, "aunque hay muchos otros", dice Antonio Gómez.

Mediciones

La Consejería de Sanidad, a través de la Agencia de Salud Pública de la zona, ha abierto una investigación de oficio. "Abrimos la investigación hace tres semanas tras tener conocimiento de la inquietud vecinal. En estos momentos estamos recabando información en dos frentes. El primero es conocer cuántos tumores hay en la zona y de qué tipo. El segundo, solicitar al Ministerio de Industria las mediciones efectuadas en la zona. Estamos a la espera de conocer estos datos", explicó un responsable de Sanidad.

Éste admitió la "dificultad" que hasta el momento ha habido "en todos los casos estudiados en España" para establecer "una relación entre antenas de telefonía y casos de cáncer".

Los vecinos de las calles de Móstoles afectadas denunciaron ante el Ayuntamiento de la ciudad el aumento de casos de tumores el pasado octubre. Y el municipio, que carece de competencias sanitarias, inició un estudio técnico para averiguar si la antena cuenta con las licencias municipales pertinentes.

Este estudio, fechado el pasado 20 de octubre, concluye que "no se ha localizado ningún expediente que ampare la autorización de apertura y funcionamiento de la instalación". El Ayuntamiento sólo había concedido una primera licencia para instalar "la estructura de soporte de fijación de las antenas". El informe también concluye que en ningún documento "constan los equipos y sistemas de transmisión instalados ni tampoco las medidas correctoras necesarias para evitar impacto negativo o nocivo en el entorno".

Suspensión cautelar

El concejal de Urbanismo de Móstoles, José María Castillo, decretó, el pasado 15 de diciembre, "la suspensión cautelar" de la instalación y "su cese de forma inmediata a partir de la fecha en que sea practicada la notificación". Este cese aún no ha sido ejecutado.

EL PAÍS ha intentado durante una semana, sin que el Ayuntamiento de Móstoles haya accedido a ello, entrevistar a algún cargo político o técnico del municipio. Igualmente, el municipio ha declinado informar sobre cómo ha podido funcionar la instalación durante ocho años sin tener licencia para ello.

Un portavoz de Vodafone informó de que la compañía "ha recurrido" la decisión municipal. Además, este portavoz aseguró que "en ningún caso, pese a los numerosos episodios estudiados, ha podido ser demostrada la relación entre casos de cáncer y antenas de telefonía móvil, que "han demostrado su inocuidad".

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Sobre la firma

Oriol Güell
Redactor de temas sanitarios, área a la que ha dedicado la mitad de los más de 20 años que lleva en EL PAÍS. También ha formado parte del equipo de investigación del diario y escribió con Luís Montes el libro ‘El caso Leganés’. Es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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