_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Aire fresco empresarial

Un grupo de empresarios valencianos han pedido a nuestros políticos un esfuerzo para rebajar la tensión y establecer una relación fluida y normal con Cataluña. Una petición que ha sido como una bocanada de aire fresco. Porque a todos nos interesa que el desarrollo de nuestra economía no encuentre obstáculos propiciados por quienes quieren enfrentarnos a Cataluña, manipulando los sentimientos de los ciudadanos. Conscientes de que el clima de odios que provocan no beneficia en nada a nuestros intereses colectivos sino a sus personales fobias. En una palabra: cometiendo una ignominia a sabiendas. Y cuando parecía que el clima se había serenado, hete aquí que vuelven a la carga. Hasta llegar a límites intolerables rayanos en el delito. El pasado miércoles, un libelo en la ciudad de Valencia publicaba un anónimo telefónico en el que se afirmaba que Jordi Pujol, que había venido a Valencia a pronunciar un conferencia, precisamente invitado por el Club de Encuentro Manuel Broseta, "era el inductor del asesinato del profesor Broseta.... Que fue Jordi Pujol el que ordenó a ETA que lo matara porque no era catalanista como él, ya que era valenciano y defendía el valenciano". Esta afirmación, totalmente mendaz y perseguible judicialmente, no tuvo inconveniente en publicarla el director del libelo con el fin de avivar entre sus lectores el enfrentamiento con Cataluña. Claro que a este sujeto, que deshonra la profesión periodística, le importan bien poco los resultados negativos que ese desencuentro entre valencianos y catalanes puedan producir. Después de todo, este desvergonzado es de Murcia. Como su amigo Zaplana. Por eso decía al principio que ha sido una bocanada de aire fresco esa petición de empresarios valencianos para que nuestros políticos traten de rebajar la tensión con Cataluña y establezcan una relación fluida. Son empresarios, pequeños y medianos, del sector productivo, no del especulativo. De los que tienen que competir en los mercados, no de los que merodean a la espera de las bicocas para la especulación que concede el poder.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_