Las fotos de Titán

La exploración del espacio ocupa hoy ese lugar del desafío científico y tecnológico, pero también de epopeya humana, de alarde de imaginación, curiosidad y coraje, que tuvieron tiempo atrás las expediciones para descubrir nuevas tierras, pueblos, mares o vías de comunicación en nuestro propio planeta. Éste es el caso de la sonda Huygens, que el pasado jueves se posó sobre la superficie de Titán, el mayor satélite de Saturno, situado en los confines del sistema solar, a unos 1.400 millones de kilómetros de la Tierra, en una zona donde la luz del Sol llega muy debilitada y el frío y la oscuridad son intensos.

Este ingenio astronáutico viajó en la nave Cassini, lanzada al espacio en octubre de 1997, que ha transitado por el sistema solar recorriendo unos 3.500 millones de kilómetros durante más de siete años hasta situarse en las cercanías del planeta de los anillos. Al pasar cerca de Titán, la nave liberó la sonda Huygens, que se dirigió hacia el satélite. Durante la caída tomó datos de su atmósfera, y al llegar a la superficie sin graves daños aún pudo captar imágenes y analizar fragmentos de la misma. Toda esa información fue transmitida a la nave madre, que, a su vez, la transmitió a la Tierra. Cassini, por su parte, seguirá su rumbo en exploración de Saturno, los anillos y sus satélites, que se prolongará varios años.

El equipo de científicos que inició el proyecto en los años ochenta, y que ha perseverado hasta lograr este éxito espectacular, analizará ahora los datos recibidos, que ampliarán los conocimientos sobre los cuerpos del sistema solar más alejados de nuestro planeta, mundos hasta ahora inaccesibles. El proyecto Cassini-Huygens ha sido ideado y llevado a efecto por la Agencia Europea del Espacio (ESA), en colaboración con la NASA, y demuestra la gran madurez de la ciencia y la tecnología europeas y la perfecta cooperación de que son capaces ESA y NASA.

Instrumentos creados por mentes humanas, capaces de obtener y transmitir información, se habían posado ya en otros cuerpos celestes. Pero nunca tan lejos. El camino está expedito para nuevos pasos. Titán es un hito en esta fascinante aventura del ser humano, que, con logros como éste, no deja de sorprenderse a sí mismo.