Los Reyes sellan hoy en Marraquech el nuevo impulso a las relaciones con Marruecos
Don Juan Carlos abogará ante el Parlamento en Rabat por que Marruecos y Argelia se reconcilien
Don Juan Carlos y doña Sofía inician hoy la segunda visita de Estado a Marruecos de su reinado, en un momento de cambios en el país vecino que se estructuran sobre un doble eje: la apertura democrática impulsada por Mohamed VI y la voluntad paralela de acercamiento de Rabat a la UE. Este proceso ha traído una noticia tan importante para los españoles como es la perspectiva de que Bruselas negocie un nuevo acuerdo pesquero. En ese contexto, la visita real sellará la relación privilegiada con Marruecos que pretende el Gobierno del PSOE.
El Rey comentará esta situación en un discurso que pronunciará el martes ante el Parlamento marroquí, reunido en Rabat.
La intervención, que marcará el momento político más relevante de la visita, girará en torno a la idea de que los intereses hispano marroquíes son tan sólidos que deben prevalecer sobre cualquier diferencia y glosará al menos tres problemas concretos, que han generado muchas tensiones pasadas: el del Sáhara será objeto de una breve referencia a la necesidad de una solución aceptable para todas las partes en el marco de la ONU y dará paso a un llamamiento a la integración en el Magreb, que evidentemente pasa por la superación de los problemas entre marroquíes y argelinos; sobre inmigración, Don Juan Carlos lamentará el drama de las pateras, condenará a los traficantes de seres humanos y alabará a los 400.000 marroquíes residentes en España; finalmente, en relación con el terrorismo, recordará que es un desafío que España y Marruecos afrontan juntos y como países solidarios.
Más allá de estos mensajes puntuales sobre los temas candentes, que según fuentes gubernamentales españolas evolucionan muy positivamente, a pesar de que las comisiones bilaterales creadas para resolverlos apenas se han reunido, la visita real es, según las mismas fuentes, "la expresión más solemne" del carácter privilegiado que los dos países otorgan a sus relaciones. El programa preparado abarca, por ello, muchos otros aspectos, que movilizarán, a lo largo de los tres días de la visita a seis ministros de cada parte, los de Exteriores, que seguirán todo el viaje, Industria, Cultura, Fomento, Turismo y Educación.
Por sugerencia de la Corona marroquí, la visita se desarrollará en buena parte en Marraquech, ya que el rey Mohamed VI pasa allí casi todo el invierno, aunque cubrirá también otros territorios ligados al protectorado español, como Tánger y quizás Tetuán, además de Rabat, la capital, por motivos institucionales.
Hay muchos detalles llamados a resaltar la excepcionalidad de esta visita, especialmente la presencia en casi todos los actos de la esposa del rey marroquí, la princesa Lalla Salma, que hasta ahora no había jugado un papel protocolario tan importante. Mohamed VI recibirá, además, con toda su familia a don Juan Carlos en el aeropuerto de Marraquech y le acompañará hasta Tánger.
Las dos parejas reales se reunirán a cenar en dos ocasiones: el lunes, en una cena de gala, durante la que los dos monarcas pronunciarán sendos discursos, y el martes en una cena íntima y esencialmente familiar.
Comité Averroes
En el plano cultural, el momento más importante será la reunión que ambos monarcas presidirán, en el palacio real de Marchane, en Tánger, del Comité Averroes. Creado en 1997 para impulsar las relaciones entre los dos países, este organismo funcionó poco y cayó definitivamente en desuso durante el segundo mandato de José María Aznar, cuando arreciaron las tensiones con Marruecos. Ahora ha sido reforzado con incorporaciones como la del escritor Juan Goytisolo, que vive largos periodos en Marraquech, a fin de relanzarlo.
En el terreno económico, los dos soberanos presidirán el miércoles la clausura de un seminario empresarial celebrado en Marraquech, al que tienen previsto asistir cerca de un centenar de empresarios españoles, e inaugurarán el mismo día la central de ciclo combinado de Tahaddart, participada por Endesa, que producirá el 16% de la energía eléctrica consumida en el país vecino.
Dos actos exclusivos de don Juan Carlos subrayarán la importancia y vocación de futuro que Madrid atribuye a estas relaciones. Uno de ellos será la firma del memorándum de cesión de terrenosa para la futura universidad española de Tetuán, un proyecto de iniciativa pública y privada, que llevará el nombres de Universidad de los Dos Reyes. El otro es la inauguración el martes de la nueva cancillería en Rabat. Fuentes diplomáticas subrayan que la importancia del nuevo edificio expresa por sí misma que España coloca a Marruecos entre sus cinco aliados principales. Devolver a estas relaciones la relevancia que les corresponde por motivos de vecindad ha sido un empeño personal del presidente José Luis Rodríguez Zapatero, que el pasado 24 de abril, días después de acceder al cargo, visitó a Mohamed VI en Casablanca y proclamó su voluntad de pasar página a la época de desencuentros.
Los enfrentamientos verbales posteriores a la ruptura del acuerdo pesquero y la subsiguiente retirada del embajador en Madrid condujeron a la toma del islote de Perejil y a un clima insólito de violencia con la posición española sobre el Sáhara como problema de fondo. Zapatero manifestó su voluntad de trabajar para que el contencioso tenga una solución aceptada también por Marruecos.
Como consecuencia de todo ello, don Juan Carlos nunca devolvió la única visita oficial que el joven monarca marroquí ha realizado a España, en julio de 2000. Tampoco los Reyes han estado en visita de Estado en Marruecos más que una sola vez, en 1979.
El anuncio de este viaje ha provocado que asociaciones prosaharauis hayan pedido por carta al Rey que España apoye el plan Baker, que rechaza Marruecos.
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