El otoño más seco de la última década alarma al campo andaluz
Asaja cifra en 347 millones los daños en la ganadería y el secano
El campo andaluz está en situación de alerta por la amenaza de la sequía tras el otoño más seco de la última década. Aunque de momento nadie se aventura a pronosticar un ciclo seco, como el de los noventa, lo cierto es que el descenso en las precipitaciones desde septiembre, que marca el inicio del año hidrometeorológico, resulta alarmante. Desde entonces, las lluvias registradas en Andalucía están un 60% por debajo de la media histórica.
Asaja ha evaluado ya las pérdidas en 347 millones de euros por los daños en los cultivos de secano y la ganadería. Los regadíos están garantizados gracias a que las reservas hídricas son las mejores de los últimos 15 años. El hecho de que los embalses de las cinco cuencas de la geografía andaluza (Guadalquivir, Guadiana, Sur, Guadalete y Barbate) estén por encima del 60% de media de su capacidad no sólo asegura el abastecimiento humano para el próximo trienio, sino también una nueva campaña de dotaciones de riego agrícola.
Por todo ello, la Junta de Andalucía aconseja prudencia antes de hablar de la presencia de un nuevo ciclo de sequía. "Técnicamente aún no se puede hablar de sequía", señaló el delegado de Agricultura en Jaén, José Castro, quien admite, sin embargo, que la falta de precipitaciones está dañando seriamente a los cultivos de secano. Desde el inicio del actual año hidrometeorológico, las precipitaciones han descendido de forma alarmante en las ocho provincias. Según datos del Ministerio de Medio Ambiente, desde septiembre a diciembre la media de litros por metro cuadrado caídos fue de 143,9, un 60% de la media histórica de ese mismo periodo, situada en 237,7. El porcentaje baja al 40% si se computan sólo los meses de noviembre y diciembre, donde sólo se registraron 64,8 litros por metro cuadrado de media.
La situación es igual de preocupante en toda la geografía andaluza. Según el Instituto Nacional de Meteorología, en las provincias occidentales (Sevilla, Cádiz, Huelva y Córdoba) el descenso de las precipitaciones desde septiembre hasta el pasado 9 de enero ronda el 60% de media, y osciló entre el 9% de los observatorios de Villanueva de Córdoba y Cazalla de la Sierra y el 75% de los de Jerez de la Frontera o Gines. En Cádiz, el descenso ha sido del 57%, en Córdoba del 36%, en Huelva del 50% y en Sevilla del 61%. En la parte oriental el descenso pluviométrico también oscila en torno al 60%. Sólo en Jaén han caído 125 litros por metro cuadrado menos que en último trimestre de 2003.
Los efectos de esto en el campo ya se están dejando notar y podrían ser alarmantes si no llueve en las próximas semanas. Para Asaja, que señala que en muchas comarcas de Andalucía el otoño de 2004 ha sido el más seco desde 1930, las 25.000 hectáreas de remolacha en Andalucía se han perdido casi en su integridad y ha obligado a muchos agricultores a buscar una alternativa en el girasol de primavera.
Las pérdidas en la remolacha ascienden a 60 millones, a los que hay que añadir otros 237 millones que podrían perderse en las cosechas de cereales y proteaginosas de secano si el agua no aparece en los próximos días. A los 297 millones de daños en la agricultura, Asaja añade otros 50 millones en la ganadería, ya que la falta de lluvias está incrementando los costes de las explotaciones ganaderas extensivas que, acuciadas por la falta de pastos, se están viendo obligadas a comprar pienso y forrajes para alimentar a su ganado.
El presidente de Asaja, Ricardo Serra, ha pedido al consejero de Agricultura y Pesca, Isaías Pérez Saldaña, medidas para paliar estas pérdidas. En concreto, le solicitan que haga gestiones para que Bruselas permita incrementar los porcentajes de retirada voluntaria de cultivos hasta el 50%, autorice el aprovechamiento ganadero de las tierras de retirada y adelante los anticipos de las ayudas de la PAC, tal y como contempla el reglamento comunitario ante situaciones climáticas graves.
En el olivar, que recibe la mitad de los 1.740 millones de euros en ayudas comunitarias para el campo andaluz, la situación también empieza a ser preocupante. De momento, la COAG cree que la producción de esta campaña no llegará a las 800.000 toneladas, muy lejos de las 954.855 previstas por Agricultura, debido a la escasez de lluvias de los últimos meses. Sin embargo, la principal amenaza, de persistir la sequía, se centra en la próxima cosecha. Ante ello, la organización ha solicitado al Ministerio de Agricultura que establezca una línea de seguros que cubra la pérdida de rentas por efectos climatológicos adversos o, en caso contrario, que se arbitren ayudas directas. El presidente de COAG en Jaén, Gregorio López, ha advertido del "fracaso" del seguro de rendimiento del olivar por su elevado coste y bajos rendimientos, y ha señalado que de las 2.300 pólizas suscritas en Andalucía en 2000 se ha pasado a 1.163 en el último año.
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