"En Argentina hay un cambio de atmósfera"

El nombre de Alan Pauls ha dejado de ser citado sólo en grupos minoritarios para estar en boca de muchos lectores y ser invitado a las principales citas literarias del mundo de habla hispana. En España su nombre suena desde 2003, cuando su novela El pasado obtuvo el Premio Herralde, y aún más desde el otoño pasado, con el ensayo El factor Borges (Anagrama). Además es el responsable del suplemento cultural Radar del periódico Página/12, de Buenos Aires.

PREGUNTA. Violencia, exilio, dictadura, miseria urbana y corrupción son temas que identifican a las letras argentinas de los últimos años. ¿Debe la literatura saldar esas cuentas?

RESPUESTA. Puede proponerse saldarlas, sí, pero sabiendo que el resultado -un balance equilibrado y sensato, en el mejor de los casos- sólo conformará a los burócratas del departamento contable. Antieconómica por definición, la literatura -aun la argentina- es la práctica del desbalance y el antisaldo. No está para saldar ni soldar nada, sino más bien para agrietar, dilatar, desfondar. Y para reabrir deudas cuando el consenso asegura que están saldadas. Sólo así, negándose a darlas por cerradas, podrá narrarlas y pensarlas a su manera. Es lo mejor, lo más eficaz y lo menos cínico que puede hacer.

P. ¿Cuáles son las principales características de la literatura argentina actual frente a las de otros países hispanos?

R. No veo la literatura argentina como un todo homogéneo. La veo plural, atómica, cruzada por dialectos distintos. Un coro de voces que desafinan al unísono. Aunque insistiría en propiedades clásicas y, curiosamente, casi todas "negativas": la distancia, el culto de la no pertenencia, el escepticismo, la desubicación, la orfandad.

P. ¿Qué gran escritor argentino ha influido más en la nueva generación de autores contemporáneos de su país?

R. No hablaría de una figura influyente. Hablaría más bien de un cambio de atmósfera, de mentalidad, en el que han intervenido escritores más o menos anómalos (Puig, Copi, Aira), pero también factores históricos como la caducidad de ciertos imperativos político-culturales, la crisis de la literatura como bastión de Alta Cultura, el avance de la cultura conceptual o la estetización de la existencia.

P. ¿Cuál es el estado de los críticos en Argentina?

R. Los pocos críticos que sobreviven están en el mundo académico o en la franja indecisa -entre la prensa y el libro, la urgencia y la paciencia- del ensayo. En los medios masivos no hay críticos literarios: sólo firmas que, a sabiendas o no, ejecutan políticas -premeditadas o espontáneas, pero casi siempre indigentes- de medios.

Alan Pauls (Buenos Aires, 1959) es autor de las novelas El pudor del pornógrafo (Sudamericana), El coloquio (Emecé), Wasabi (Alfaguara), y ensayos como La infancia de la risa (Planeta).