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VIOLENCIA EN IRAK

Human Rights Watch pide un fiscal especial para investigar las torturas en Abu Ghraib

La protección de los derechos humanos recibió dos fuertes golpes en 2004, según el grupo Human Rights Watch (HRW): la crisis de Darfur, en Sudán, y el escándalo de las torturas en la cárcel iraquí de Abu Ghraib. Aunque los dos problemas son diferentes, reconoce el grupo, "la vitalidad de los derechos humanos en el mundo depende de que haya dos respuestas firmes: frenar los asesinatos del Gobierno sudanés en Darfur y juzgar a los responsables de torturas y malos tratos en Irak, Afganistán y Guantánamo".

En Washington, y en la presentación del informe anual sobre la situación de los derechos humanos en 60 países, el director de HWR, Kenneth Roth, dijo que Alberto Gonzales, futuro responsable de Justicia del Gobierno de Bush, "no puede perseguir a aquellos que violaron las leyes contra la tortura, en la medida en que él es uno de los arquitectos de la política de la Administración sobre el asunto". Por esa razón, Roth pidió al Gobierno el nombramiento de un fiscal independiente. "Se han nombrado fiscales especiales por delitos de menor importancia", dijo, y añadió que lo que está en juego es "la recuperación de la credibilidad de EE UU en el mundo como líder en materia de derechos humanos y en la lucha contra el terrorismo". Ser tolerantes en materia de tortura, añadió, tiene fuertes costes: "Rebajar las exigencias internacionales, deteriorar la autoridad moral de EE UU y dar coartadas a Gobiernos para violar los derechos humanos".

Gonzales autorizó hace tres años, cuando era asesor jurídico de la Casa Blanca, la política de excluir a los considerados terroristas extranjeros de las garantías de la Convención de Ginebra sobre el trato a los prisioneros de guerra. Aunque dijo la semana pasada en el Senado que está contra la tortura y que lo ocurrido en Abu Ghraib le parece repugnante, y se comprometió a investigarlo, Roth cree que "es imposible confiar en que vaya a lanzar una auténtica investigación independiente". Para el director de HRW, la culpa de lo ocurrido no puede limitarse a un puñado de soldados, sino que debe alcanzar "a los que ordenaron o consintieron técnicas de interrogatorios como las que se emplearon".

Roth dijo también que la crisis de Darfur "ha dejado en ridículo las promesas de que casos como los de Ruanda no volverían a ocurrir". En el informe se menciona "el siniestro hito" del atentado terrorista del 11-M en Madrid, pero se critica que Europa no se distinga de "las abusivas acciones en otros países en el empleo de estrategias antiterroristas que violan derechos fundamentales".

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