Ebro Puleva adelgaza en Chile
El primer grupo alimentario español prosigue el abandono del mercado andino del azúcar
Ebro Puleva prosigue su estrategia para abandonar ordenadamente el mercado chileno del azúcar. Lo que en su día iba a ser una punta de lanza para ampliar las actividades del grupo en esa zona, a través de Iansa, ahora es una inversión en retirada. La alternativa es una decidida apuesta por el arroz, tanto en Estados Unidos como en la Unión Europea, donde ocupa el liderazgo a través de Herba.
El desembarco del entonces Grupo Ebro en Chile se produjo en 1999 bajo la presidencia de Manuel Guash, con un desembolso de unos 70 millones de euros para comprar a través de la filial Green Fields el 51% de Campos Chilenos que, a su vez, controlaba el 45,13% de Iansa. Con esa operación, el grupo español lograba una posición dominante en el mercado azucarero del país, pero también una presencia en otras actividades, como producción de zumos, tomate en conserva, piensos para acuicultura o una cadena de distribución de productos agrarios. La operación, negociada por Guash, fue firmada por el entonces presidente, Vicente de la Calle.
La última operación del grupo es la venta del 49% de su participación en la filial chilena Iansa a la multinacional estadounidense Man Sugar
La compra de Iansa se vió como una primera fase para una futura expansión del grupo en Suramérica. En esa línea, se contemplaba la posibilidad de entrar en el sector del azúcar en Perú, así como en Brasil y Argentina. Sin embargo, esos proyectos fueron abandonados para concentrar los esfuerzos en ordenar el grupo chileno, mientras las inversiones de la matriz se dirigían a la compra de empresas en Europa y en Estados Unidos para consolidarse como líder del sector arrocero.
Según responsables del grupo español en Chile, el desembarco de Ebro coincidió con un momento de fuerte crecimiento económico, situación que se vino abajo en los años siguientes con la consiguiente caída de la demanda. En esa coyuntura, la actividad de la matriz tomó una doble dirección. Por un lado, Ebro centró sus esfuerzos en lograr aumentar la productividad en el sector remolachero, pasando de unos rendimientos de 23 a 80 toneladas y rebajando el coste de 430 a 316 dólares. Esa mejora de los rendimientos se considera como una pieza básica para asegurar hoy la viabilidad de la división azucarera del grupo.
La otra actuación del grupo español se dirigió a ordenar el resto de las actividades de la filial chilena, lo que supuso algunas ventas de activos, como la cadena de tiendas Proterra. En esa línea de reducir su presencia en otros sectores, la actividad de Iansa Fruit se integró en una sociedad conjunta con Cargill mediante la constitución de la empresa Patagonia. También se eliminó la producción de zumos en Brasil y se vendió Biomaster, una firma de alimentación de salmones.
Frente al peso inicial del grupo en el momento de la compra, la actividad de Ebro Puleva en Chile se concentra en el sector del azúcar, que supone más del 80% de su facturación, aunque, a diferencia de España, no se limita a la molturación de remolacha, sino que ofrece servicios complementarios a los agricultores. Y mantiene el negocio del tomate en Perú, la manipulación de pescados congelados para exportar y un negocio de piensos para rumiantes.
En esa estrategia para reducir sus actividades en Chile, y con la mirada puesta en el sector del azúcar, la última operación de Ebro Puleva ha sido la venta del 49% de su participación en la filial en ese país a la multinacional Man Sugar. Con esa operación, la empresa española pasó a controlar poco más del 11% en Iansa. Según el presidente de Ebro Puleva, José Manuel Fernández Norniella, esas acciones no suponen la salida del grupo de Chile, sino que buscan ajustar su actividad en ese país para mejorar los resultados.
