Grupo Lactomia: un proyecto para 50 pequeños músicos

Marcus Rodrigues pide un protector labial para untárselo a Iran Santos, que tiene los labios rotos por varios surcos. Los dos menores se cogen de las manos durante todo el entrenamiento del Real Madrid. Los niños de Candeal están siempre pendientes los unos de los otros. Si uno tiene sed, otro va a buscarle agua. Ninguno se pelea, ni se chiva si otro se ha portado mal.

"Éste es el concepto de comunidad, se sienten integrados en algo y por eso se comportan así", explica Jair Rezende, responsable de los niños y director del grupo Lactomia. Este proyecto implica a unos 50 niños de Candeal, a los que se les enseña música después de la escuela. El grupo que ha venido a Madrid se hace llamar Os Pirralhos. Los pequeños tocan varios instrumentos hechos con material reciclado: timbres, botes de pintura, latas... Cualquier cosa que se encuentre en la basura. El vestuario con el que salen a actuar y con el que se les vio tocar en la pasada cabalgata de Reyes también lo hacen ellos. Hay niños que tocan unos tambores enormes llamados surdos, otros la batería, el violín...

Talleres para todos

La comunidad de Candeal ya no tiene los problemas de una favela, según Angélica Huete, directora de producción de El milagro de Candeal. "Gracias a distintos proyectos, esta comunidad ya no tiene la violencia o los problemas de droga que puede haber en otras zonas de Brasil. No son una favela, son gente con problemas económicos y ya está", señala Huete. Además de la educación musical, en Candeal hay talleres de inserción laboral, de información sexual... Ahora hay en marcha un nuevo proyecto para construir en esa zona de Brasil una guardería.

El proyecto con los niños músicos no termina cuando éstos cumplen 18 años. Después pueden incorporarse a tocar con otras bandas, si quieren. Algunos han logrado hacerlo con el símbolo de Candeal: el polifacético Carlinhos Brown.