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Alemania registra un récord de 4,4 millones de parados en 2004

El desempleo alcanza el 18,5% en el este, el doble que en el oeste

El número de parados creció en Alemania hasta 4.464.200 el pasado diciembre, 206.900 más que el mes anterior. Esto significa que se ha alcanzado el nivel más alto de paro en los siete años de Gobierno del canciller federal, Gerhard Schröder, y la coalición de centro-izquierda entre los socialdemócratas (SPD) y Los Verdes. En la media del año, los casi 4,5 millones de desempleados suponen el volumen más elevado desde la reunificación de Alemania en octubre de 1990. La tasa de paro se situó en el 10,5% de la población activa, aunque afectó en más del doble al este que al oeste del país.

El porcentaje de paro llegó al 10,5%, pero se reparte de forma desigual entre el este y el oeste de Alemania. En el oeste se encuentran en el paro un 8,7% que se concreta en 2.860.300 personas, 133.400 más que en noviembre y 110.000 más que hace un año. En el este, el porcentaje de paro es un 18,5%, un total de 1.603.900 desempleados, 73.500 más que en noviembre y 39.200 más que en diciembre de 2003.

El anuncio de las cifras de paro cayó como una ducha fría sobre Alemania, cuando acaba de entrar en vigor la reforma laboral conocida como Hartz IV, con los mayores recortes en las prestaciones a los parados desde el final de la guerra. El objetivo de la reforma es reducir el paro, obligar a los desempleados de larga duración a buscar y aceptar cualquier puesto de trabajo y que los empresarios creen empleo.

La reforma equipara a los parados de larga duración con los perceptores de asistencia social. En un primer momento, y por efectos de contabilización estadística al incluirse entre los sin empleo a los que percibían asistencia social, se producirá un incremento de los parados. Se teme que la cifra de parados rebase los cinco millones en los próximos meses.

La Oficina Federal de Empleo justificó ayer en parte el incremento del paro con los efectos estacionales del invierno y las primeras repercusiones de la reforma laboral. No obstante, incluso tras suprimir los efectos estacionales, el paro ha subido en Alemania y no presenta perspectivas de mejora. Hasta el Instituto de Investigación Económica (DIW) de Berlín, que destaca por sus optimistas cuentas que evocan a las de la famosa lechera, admitió ayer que hasta el año 2006 el mercado laboral alemán no experimentará una mejoría palpable.

Perspectivas

El DIW, que parte en sus estimaciones de un dólar a 1,30 euros y un barril de petróleo a 33 dólares, pronostica un crecimiento económico para este año del 1,8%, por encima de otros institutos similares. Recomienda el DIW que el Banco Central Europeo (BCE) baje los tipos de interés como reacción a la elevada cotización del euro.

El ministro federal de Economía y Trabajo, el socialdemócrata Wolfgang Clement (SPD), sobre cuyos hombros lanzó el canciller Schröder la responsabilidad de llevar a buen puerto la reforma laboral, intenta poner buena cara ante la mala coyuntura. Sostiene Clement que este mismo año bajará algo el paro y señaló la presencia de signos "de recuperación de la coyuntura", como el incremento de la cifra de asalariados que ha aumentado por primera vez en tres años.

No compartía este optimismo ayer un parado al que Clement trató de saludar en una oficina de empleo en Colonia, donde el ministro observaba la puesta en marcha de las reformas laborales. Con gesto de rechazo, el parado le dijo al ministro que le alargaba la mano: "¡Déjeme en paz!".

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