Guipúzcoa aprueba sus cuentas tras asumir 43 propuestas de la oposición

Todo transcurrió como estaba previsto. Las Juntas Generales de Guipúzcoa aprobaron ayer los presupuestos de la Diputación para 2005, que supondrán gestionar 641,1 millones de euros, con el apoyo de PNV-EA, la abstención de EB y Aralar y los votos en contra de PSE y PP, que se niegan a sostener unas cuentas que destinan una partida a Udalbiltza. La coalición nacionalista, con mayoría absoluta, ha asumido 43 enmiendas de la oposición, básicamente de carácter social, por valor de 4,5 millones.

El guión de la sesión estaba escrito de antemano y los grupos lo siguieron a pies juntillas. Sobre la mesa, unas cuentas que gestionarán 641,1 millones de euros -un 8,3% más que las de este año-, que dan prioridad, según los partidos del Gobierno, al gasto en políticas sociales y de cohesión territorial y a las inversiones en obras hidráulicas y carreteras.

"Teníamos ya un buen presupuesto", coincidieron los portavoces de EA y del PNV en el debate, Iñaki Galdós y Asier Aranbarri, respectivamente, pero el aprobado "es aún mejor gracias, especialmente, a las aportaciones de EB y Aralar". Ambas formaciones negociaron el lunes su abstención a cambio de incluir nuevas partidas para políticas sociales -un fondo para casos de impago por divorcio o un aumento de 1,5 millones de euros para las residencias para mayores- o la implantación del billete único entre otras áreas. En total, la coalición nacionalista transaccionó 43 enmiendas por un valor total de 4,5 millones de euros. "Gracias a esos cambios, estos presupuestos son más progresistas y euskaltzales, pero no son los nuestros, por eso nos abstenemos", señaló la portavoz de Aralar, Aintzane Ecenarro. "Tal y como demandábamos se han movilizado 2,5 millones de euros para políticas sociales y medio millón para transporte público. Es un buen acuerdo para nosotros, para los más desfavorecidos y para los más progresistas y solidarios", coincidió Jon Lasa, de EB.

Las lecturas realizadas por los otros dos grupos de la oposición fueron bien distintas. En el centro del debate entre nacionalistas y socialistas figuró, como la semana pasada, la inclusión de una partida de 453.321 euros para Udalbiltza. "Representa lo peor de la política vasca de los últimos años, la división entre nacionalistas y no nacionalistas y la fractura política", dijo Miguel Buen. "Tiene un valor simbólico muy importante" y "sabían que era un obstáculo" políticamente insalvable para los socialistas. "Tengo la sensación de que en algún sitio se ha decidido que no haya acuerdos con el PSE", sentenció.

La popular Regina Otaola mencionó también la partida para Udalbiltza y cuestionó su legalidad, pero lo hizo de forma más esquinada. Convirtió su discurso en una crítica global a unos presupuestos que, a su juicio, suponen "menos Guipúzcoa y más sometimiento al Gobierno vasco".