La SEPI garantiza que la UE aprobará el acuerdo de Izar
Los astilleros acumulan pérdidas de 659 millones desde 2000
El presidente de la SEPI, Enrique Martínez Robles, garantizó ayer que, finalmente, la Comisión Europea dará el visto bueno al acuerdo-marco sobre el futuro de Izar, firmado la semana pasada, en los términos pactados con los sindicatos de los astilleros públicos. Según la SEPI, desde 2000 a 2003 los astilleros perdieron 477 millones, a los que hay que añadir 182 millones de los números rojos de este ejercicio.
Martínez Robles, que compareció en la comisión de Economía y Hacienda del Senado para explicar el alcance del acuerdo, afirmó que el Ejecutivo está precisando determinados aspectos a Bruselas, pero se mostró convencido de que, una vez aclarados, "el plan acordado con los sindicatos saldrá adelante". Según sus cálculos, el asunto deberá estar resuelto "totalmente" antes del 31 de diciembre o, si no, "a principios de año".
Sin embargo, el portavoz europeo de Competencia, Jonathan Todd, afirmó ayer en Sevilla que considera "muy difícil" poder pronunciarse antes del 31 de diciembre sobre si el acuerdo cumple o no las normas comunitarias en materia de ayudas de Estado. Por ello, consideró que el escenario más probable es que los "contactos y discusiones con el Gobierno español deban continuar a comienzos del próximo año". Todd señaló que son necesarias más informaciones "sobre los términos y condiciones de ciertos astilleros, como el de Sestao", así como "algunas aclaraciones sobre la transferencia de las actividades de astilleros civiles a los militares".
La Comisión Europea ha pedido explicaciones al Gobierno español al entender que el acuerdo podría no ajustarse a los compromisos asumidos por España ante Bruselas. Las autoridades comunitarias piden, entre otras cosas, detalles sobre el futuro de los astilleros de La Coruña y San Fernando (Cádiz). El presidente de la SEPI aclaró que, sobre estos centros, no hay ningún compromiso del Gobierno.
Respecto al futuro económico de Izar, Martínez Robles aseguró que las previsiones existentes hacían imposible la viabilidad de la empresa sin acometer un proceso de reestructuración. En los últimos cinco años, incluido 2004, las pérdidas previstas alcanzan los 659 millones.
