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La adhesión de Turquía a la UE divide al Parlamento francés

La adhesión turca a la UE divide la clase política francesa. No es ninguna novedad, y por eso ayer la Asamblea Nacional pudo debatir sobre la cuestión, pero no votar sobre ella. "Usted ha prohibido expresarse al Parlamento de la República sobre un tema histórico", le espetó el centrista François Bayrou al primer ministro, Jean-Pierre Raffarin, al tiempo que denunciaba que Francia hubiese "renunciado a la solidaridad elemental con un país miembro al aceptar negociar con Turquía sin exigirle antes que reconociera la existencia de Chipre, que ocupa militarmente".

Raffarin se escudó "tras los principios de la V República, que convierten la política exterior en territorio privilegiado del jefe del Estado, que tiene la misión esencial de negociar los tratados y concede al Parlamento y al pueblo la posibilidad de ratificarlos". El grupo parlamentario que respalda al presidente Chirac, la Unión para un Movimiento Popular (UMP), expuso también su reticencia ante el visto bueno otorgado por éste a la apertura de negociaciones a base de refugiarse en el escepticismo: "Me parece altamente probable que, dentro de 10 o 15 años, las condiciones exigidas a Turquía para su ingreso sigan sin darse", dijo Bernard Accoyer, portavoz de una mayoría presidencial que se inclina más hacia las tesis de Nicolas Sarkozy, flamante presidente del partido, que por las de Jacques Chirac, su supuesto líder histórico.

"Miedos y fantasmas"

"Hay una diferencia abismal entre las posiciones de Sarkozy y las de Chirac", denunció el socialista Jea-Marc Ayrault, que se preguntó "si alguien pilotaba el avión de la mayoría". Para el PS, que oficialmente es favorable al ingreso de Turquía en la UE, la actitud de la UMP "alimenta miedos y fantasmas" -referencia a la demonización del islam- y fomenta la confusión al equiparar "el voto favorable a la Constitución europea a un voto favorable a la entrada de Turquía".

Lo cierto es que Chirac no ha querido correr el riesgo de verse desautorizado por la Asamblea Nacional -la mayoría de los diputados conservadores es contraria a la entrada de Turquía y más de un 40% de los diputados del PS se hubiera abstenido o votado también en contra- y el debate truncado y trucado entre los diputados lo ha probado.

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