Díaz Conde anuncia un nuevo orden
La novela 'El club de los amantes' retrata una sociedad gobernada por mujeres
Edmundo Díaz Conde nació en Orense hace 38 años y en 1998 decidió instalarse en el Sur, en Sevilla, quizás siguiendo el rastro de alguno de los mundos imaginarios que nacen en sus novelas. El club de los amantes, la obra que acaba de publicar la editorial sevillana Algaida es su tercera novela y "el parto más largo y doloroso" (302 páginas), en palabras de su autor.
"Es la obra que me ha exigido más transpiración, no inspiración; que es algo muy ocasional y que casualmente suele aparecer después de largos periodos de transpiración", añade Díaz Conde, quien es licenciado en Derecho por la Universidad de Santiago de Compostela y alterna la literatura con su trabajo en la administración de Justicia. "El club de los amantes es la historia de una venganza, una historia de amor en un entorno hostil", comenta Edmundo Díaz Conde para presentar su nuevo trabajo, un mundo dominado por mujeres en el que viven separadas de los hombres y cualquier contacto entre ambos sexos está prohibido.
La única posibilidad de encuentro de este mundo, que el escritor sitúa en un futuro no muy lejano (entre 2050 y 2100), se hace a través del club de los amantes, una institución marginal que canaliza los deseos de romanticismo de algunas mujeres y ofrece pasiones a la carta, puesto que ellas pueden elegir la época en la que vivirán su romance.
En su primera novela, Jonás el estilita, con la que obtuvo el Premio Ciudad de Badajoz; el protagonista es un eremita moderno que se instala en una columna de 50 metros de altura, en medio del mar. "Jonás quiere dejarlo todo y aislarse del mundo, pero le sale mal porque su columna se convierte en un lugar de peregrinación", comenta el novelista.
Con La ciudad invisible, que fue finalista del 33º Premio de Novela Ateneo de Sevilla, Díaz Conde vuelve a zambullirse en otro mundo imaginario. En esta ocasión, se trata de un científico que descubre la fórmula para hacer invisible a las personas y la vierte en los depósitos de agua de la ciudad de Itálica, que en realidad es Sevilla. "Me parecía que era un reto novelesco hacer muy visible una ciudad cuyos habitantes eran invisibles. Es una alegoría fantástica", añade.
"El planteamiento de mi novela, un mundo gobernado por mujeres, no está tan alejado de la realidad. Hay razones para pensar que la mujer del futuro no tendrá nada que ver con el pasado. Sólo en España hay dos millones de mujeres maltratadas por sus parejas", afirma el escritor. "Estos datos me hacen plantearme una pregunta: ¿Tiene la mujer derecho a la venganza? Sería una venganza refinada e inteligente por razones obvias, porque la mujer es más inteligente que el hombre", añade Díaz Conde, quien no ha situado geográficamente su última novela.
"Es muy significativa la frase que dice una de las protagonistas, Dolly de Alba: El hombre no compensa", concluye el novelista, quien no se muestra temeroso de su propio futuro.
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