Ucrania se paraliza para seguir un debate televisado entre los dos candidatos
Yúshenko emprende una campaña agresiva ante las elecciones presidenciales del domingo
El primer debate televisado en directo entre los dos pretendientes a la presidencia de Ucrania se celebró ayer con enorme interés por parte de la población de ese país de poco menos de 50 millones de habitantes. En Donetsk, centro industrial ucranio de población rusohablante, al este del país, la ciudad quedó semidesierta. Se trataba del duelo entre dos enemigos casi irreconciliables: por un lado, Víktor Yanukóvich, primer ministro y ganador de las fraudulentas elecciones del 21 de noviembre. Por otro, Víktor Yúshenko, líder de las multitudinarias protestas que desembocaron en la convocatoria de nuevos comicios para el próximo domingo. Yúshenko acusó a Yanukóvich de haberle robado la victoria.
"Usted y su equipo robaron tres millones de votos", afirmó el candidato liberal
En los debates del 15 de noviembre, antes de las elecciones anuladas, Yanukóvich y Yúshenko eludieron el enfrentamiento directo y y optaron por utilizar su tiempo en monólogos. Insatisfecho, Yúshenko retó al primer ministro a una auténtica discusión televisada en directo, pero éste no aceptó.
Ayer, por fin se encontraron y el diálogo fue, como era de esperar, de sordos. Pero sorprendentemente, el duro Yanukóvich, que había tratado de "idiotas" y de "ratas" a los seguidores de Yúshenko, se presentó con un mensaje reconcialiador. Invitó a su oponente a olvidar las antiguas ofensas y a trabajar juntos por el futuro de Ucrania. El discurso de Yúshenko, en cambio, fue agresivo, en consonancia con el color de su corbata y pañuelo: rojo vivo.
El candidato liberal sacó a colación en varias ocasiones el caso de la falsificación en la segunda ronda de las elecciones del 21 de noviembre pasado. A las proposiciones de paz de Yanukóvich, Yúshenko respondió que hay un gran abismo entre sus palabras conciliadoras y las acciones perpetradas durante la campaña electoral. "La esencia del problema es que usted y su equipo robaron tres millones de votos. La manipulación del régimen no tuvo límites", sentenció Yúshenko, al tiempo que pedía a Yanukóvich que explicara cómo es que ahora él se declara opositor al presidente, Leonid Kuchma, si aún Yanukóvich continúa siendo primer ministro.
Yúshenko aludió en varias ocasiones al pasado procesal penal de Yanukóvich, quien fue condenado por acciones criminales, entre las que supuestamente figuraba una violación, aunque no hay ninguna prueba al respecto, ya que todos los documentos de aquellos juicios ya no existen porque fueron destruidos.
Mostrando la palma de su mano derecha, Yúshenko aseveró: "Tengo las manos limpias, yo no he robado, no he sido nunca juzgado ni condenado". Esta idea la repitió a lo largo del debate unas cinco veces, hasta que Yanukóvich perdió la calma y recriminó a su rival que tratara de referirse a su vida - "dura vida" en la que conoció lo que es la pobreza, según explicó-, asegurando que las condenas por las que le sentenciaron fueron injustas.
Pero Yúshenko, que se perfila ahora como el favorito indiscutible de los nuevos comicios, arremetía una y otra vez acusando a Yanukóvich de ladrón, por ser el responsable de las falsificaciones masivas cometidas el 21 de noviembre pasado.
Inútiles fueron los intentos de Yanukóvich de llevar a Yúshenko a un terreno conciliador, de ponerse de acuerdo con su rival en cómo unir a Ucrania, hoy escindida prácticamente por la mitad. Yúshenko no cambió un ápice su táctica agresiva, dando una impresión de mayor seguridad, que probablemente reforzará la ventaja de 10 puntos con que actualmente supera, según las encuestas, al primer ministro.
Yanukóvich también fue consecuente hasta el final, y en sus palabras de despedida pidió al pueblo mantener la calma cualesquiera que sean los resultados de los comicios y prometió continuar sirviendo a Ucrania independientemente del veredicto de las urnas el próximo domingo.
Yúshenko puede sospechar que la desgracia que hoy vive -su seria enfermedad y su cara desfigurada por haber sido envenenado, como confirmaron los médicos austriacos, con dioxina- se la debe, si no a Yanukóvich en persona, sí a las fuerzas que éste lidera. Los candidatos representan a dos Ucranias y a ideologías muy diferentes. Yúshenko es el economista liberal, que cuenta con el apoyo mayoritario de las regiones occidentales y centrales de Ucrania; a él le dan su voto los que desean un mayor acercamiento a Occidente y particularmente a Europa. Yanukóvich, en cambio, es el líder de las regiones orientales y del sur, de los rusohablantes, partidarios de una mayor integración con su gran vecina, Rusia, y adeptos de una economía menos liberal y más social.
[El Ministerio de Asuntos Exteriores español anunció ayer que siete observadores y cuatro representantes del Parlamento español participarán en el seguimiento de las elecciones del domingo, como parte de la misión de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE)].
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