Seis grupos piden que se reglamente el uso en el Parlamento de las lenguas cooficiales

Los seis grupos parlamentarios "con menos de 100 diputados", como se autodefinen los seis más pequeños del Congreso de los Diputados, consensuaron ayer sus posiciones para la reforma del Reglamento de la Cámara. Uno de los acuerdos tomados es el de proponer que los parlamentarios tengan derecho a utilizar en las sesiones del Congreso las lenguas cooficiales en las comunidades autónomas, "según se establezca en el Reglamento".

Esta propuesta fue formulada en una reunión celebrada en Sitges (Barcelona) por los portavoces parlamentarios de los seis grupos: Jordi Jané, de Convergència i Unió (CiU); Joan Tardà, de Esquerra Republicana (ERC); Margarita Uria, del Partido Nacionalista Vasco (PNV); Isaura Navarro, de Izquierda Verde (IU-ICV); Paulino Rivero, de Coalición Canaria (CC) y Begoña Lasagabaster, del Grupo Mixto, que acoge a los diputados del Bloque Nacionalista Galego (BNG), Chunta Aragonesista (CHA), Euskao Alkartasuna (EA) y Nafarroa Bai.

Reducir los topes

Jordi Jané explicó tras la reunión que estos grupos llevarán a cabo una actuación conjunta en la reforma del Reglamento del Congreso. Expresó su temor a que los dos principales grupos, el del PSOE y el del PP, "hagan un pacto para no reformar el Reglamento o para reformarlo de forma que menosprecie a las minorías".

La propuesta de estos grupos incluye también, en el aspecto lingüístico, la introducción en el Reglamento del derecho de los ciudadanos y las instituciones a dirigirse al Congreso en las lenguas cooficiales. Otra de las reformas que propugnan es la reducción de los topes para la constitución de grupo parlamentario. Se propone fijarlo en tres escaños y en el 10% de los votos obtenidos en las circunscripciones donde se concurra, en lugar del 15% exigido en la actualidad. La reducción de este tope afecta a los partidos nacionalistas y regionalistas. Por ejemplo, habría permitido a ERC constituir su grupo sin problema alguno tras las últimas elecciones.

Para los partidos que concurren en toda España se propone reducir el tope a tres escaños y el 3% de los votos, en lugar del 5%. Con este porcentaje habría podido crear grupo propio Izquierda Unida.

También se propone que los grupos puedan presentar dos preguntas en la sesión de control del Gobierno, y dos proposiciones no de ley cada trimestre, la creación de una oficina de control presupuestario y la regulación de las comisiones de investigación.

La pretensión de estos grupos es presentar antes del 11 de enero estas propuestas en forma de enmiendas al proyecto de reforma y negociarlas con el grupo del PSOE.