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Una carga policial acaba con el segundo intento de acampar por el 0,7%

La Guardia Urbana de Barcelona utiliza sus porras contra 6 tiendas y 50 personas

Clara Blanchar

A porrazos y con gases lacrimógenos. El segundo intento de levantar una acampada en la Diagonal de Barcelona para reivindicar que los países ricos destinen el 0,7% de su PIB a ayudar a los pobres acabó ayer peor que el domingo. Si entonces la Guardia Urbana desmontó tres tiendas, ayer la postura se endureció. Bajo la intensa tormenta que cayó por la tarde, unos 20 agentes se abalanzaron sobre las tiendas y los activistas que se refugiaban en su interior, arrancaron las telas y, entre golpes de porra, los sacaron a rastras.

"La actuación ha sido tan desproporcionada, con las porras y los gases, que es difícil calificarla con un adjetivo. Es impropio de un ayuntamiento de izquierdas". David Cuesta, uno de los portavoces de la plataforma de colectivos organizadores de la protesta, se expresaba así ante la sorpresa que produjo la "violencia" de la carga. "Han esperado a que se marcharan las televisiones para cargar", aseguró.

Como el resto de sus compañeros, Cuesta se reponía del susto y los efectos de la lluvia en los pasillos de la estación de metro de Palau Reial, justo delante del parterre en el que sucedió todo. Reunidos en asamblea, los activistas acordaron presentar denuncias tanto por los golpes que sufrieron unas 20 personas -entre las que se encuentran informadores- como por los destrozos de las seis tiendas y la incautación de efectos personales -sacos, mochilas y bolsos- por parte de la policía.

La convocatoria de ayer se había fijado para las siete de la tarde y los activistas eran una veintena más que el domingo: 50 personas en lugar de 30. Pero todavía no habían llegado todos cuando la Guardia Urbana accionó los aspersores del riego automático de un sector del parterre.

Pese a la incomodidad del agua y tras celebrar una asamblea, los congregados decidieron montar seis tiendas. Igual que el domingo, rechazaron el ofrecimiento del Ayuntamiento de acampar en territorio del campus universitario porque, argumentaron, se eliminaba la "visibilidad" de la protesta. Minutos después comenzaba la tormenta, y al momento, la carga policial. Eran las 20.35.

Los organizadores de la protesta, que además del 0,7% reivindican la condonación de la deuda externa a los países en desarrollo y que no aumente el gasto militar, criticaban anoche que desde la victoria socialista en la Generalitat y el Gobierno central ha cambiado la actitud ante las protestas en la calle. "Antes ganaban votos, ahora no les interesa", decían los portavoces.

Durante la jornada de ayer, la actitud que adoptó la Guardia Urbana el domingo fue criticada en las filas del grupo de CiU en el Ayuntamiento e incluso por ICV, presente en el Gobierno muncipal junto al PSC y ERC. También la Federación de Asociaciones de Vecinos expresó su rechazo a la prohibición de levantar las tiendas.

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Sobre la firma

Clara Blanchar
Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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