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AULAS | LA FINANCIACIÓN DE LA UNIVERSIDAD PELIGRA

La UJA plantea subir las matrículas para cumplir con el modelo de financiación

El precio de las universidades andaluzas es un 125% inferior a la media nacional

Desde que en 1991 las universidades andaluzas adaptaron los planes de estudios al sistema actual de créditos docentes, Andalucía ha mantenido una política de precios públicos que se sitúa en el extremo inferior de la horquilla de referencia aprobada por el Consejo de Coordinación Universitaria del Ministerio de Educación y Ciencia. Éste establece que las tasas subirán anualmente el IPC, más una cantidad que oscila entre 1,5 y 3,5 puntos, según determine cada comunidad autónoma. La fijación de precios y su homogeneidad en todas las titulaciones -sin tener en cuenta los distintos grados de experimentación-, junto al descenso de las matriculaciones, pone en peligro la parte de financiación privada del modelo universitario andaluz, según señala el gerente de la Universidad de Jaén, Juan Hernández Armenteros.

El modelo de financiación de las universidades públicas de Andalucía, puesto en marcha en 2001 por la Junta, establece que el gasto en educación universitaria debe alcanzar el 1,2 % del PIB regional en 2006. Para alcanzar dicho objetivo, el modelo impone como primer requisito el de suficiencia económica, que establece que el 80% de la financiación de las universidades andaluzas debe ser de origen público -procedente de la Consejería de Innovación, Ciencia y Tecnología, anteriormente de la Consejería de Educación- y el 20% restante, de la financiación privada. Esta última tiene como fuentes el pago de tasas por parte del alumno, cuyo importe puede ser gastado libremente por el administrador, y la investigación privada, cuyo gasto está cautivo y destinado sólo y exclusivamente a la función investigadora de la universidad.

Si bien la financiación pública se viene cumpliendo desde 2001 y está garantizada hasta 2006, el gerente de la Universidad de Jaén y uno de los coautores del actual modelo de financiación, Juan Hernández Armenteros, ve necesaria replantear la política de precios de las universidades andaluzas para cumplir con los objetivos impuestos. "Aunque en el cómputo total la aportación de la investigación aplicada permite el equilibrio en la relación porcentual 80-20, en la práctica la universidad no tiene la capacidad de gastar ese 20%. Los ingresos de la investigación no se pueden utilizar para costear gastos derivados de la función educativa o cultural de la universidad", explica el gerente de la UJA. Como ejemplo de ello, en el presupuesto de 2005, la Universidad de Jaén sólo ingresará un 18,25% (11,5 millones de euros) por concepto de tasas y precios públicos.

La caída del número de alumnos por el descenso de la tasa de natalidad y la competencia de la Formación Profesional (FP), junto a la racionalización del universitario a la hora de matricularse, que lo hace en función de los créditos que cree que va a aprobar y no de lo que establece su plan de estudios, son algunas de las variables que empujan a una revisión de los precios, según señala Hernández Armenteros.

El Consejo Andaluz de Universidades fijó para el curso 2004-2005 un incremento del 2,7% de las tasas universitarias, el extremo más bajo, frente a un máximo de 6,7%. Se estableció un precio único de 9,62 euros para el crédito de primera matrícula, 11,06 euros para el de segunda matrícula y 14,43 euros para el de tercera. En términos generales, las licenciaturas se estructuran en 300 créditos divididos en 75 cada año, y las diplomaturas de tres años, tienen una cantidad total de 225 créditos.

La fijación de las tasas en el extremo inferior de la horquilla desde 1991 ha provocado que el precio de la matrícula en Andalucía sea aproximadamente un 125% inferior a la media nacional, resalta Hernández Armenteros. Aunque el porcentaje puede ser superior si un universitario andaluz de Ciencias de la Salud compara el crédito de la tercera matrícula (14,43 euros), con lo que paga un estudiante de la Universidad de las Islas Baleares, 38,41 euros.

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Sólo las universidades canarias operan de forma similar a las andaluzas a la hora de fijar los precios de sus tasas, aunque sí tienen en cuenta el grado de experimentación de cada titulación para establecer diferentes valores a los créditos de cada área de estudios. Por ejemplo, en primera matrícula, el crédito en las carreras de Humanidades se ha fijado en 6,63 euros; en Ciencias Sociales y Jurídicas, en 7,15 euros; y en Experimentales, Ciencias de la Salud y Técnicas, en 10,45 euros. Andalucía es la única comunidad que mantiene un valor fijo para el conjunto de las titulaciones.

En busca de la equidad

El dictamen parlamentario de 2001 relativo a la situación del sistema universitario andaluz que pone en marcha el actual modelo de financiación hasta el año 2006 considera "deseable" que los precios de matrícula en las universidades andaluzas no superen la media nacional.

"Con carácter transitorio y aunque los precios públicos aplicados a la enseñanza universitaria en Andalucía son los más bajos a escala nacional, no es deseable que aumenten por encima de la inflación mientras no se produzca la necesaria convergencia entre los niveles de financiación pública y gasto por alumno de Andalucía y el conjunto nacional. No obstante, si alguna universidad decidiera, en legítimo ejercicio de sus competencias, elevar los precios debería imponerse la obligación de dedicar un 50 % del mayor ingreso obtenido a financiar programas propios de ayudas al estudio destinados a los sectores de estudiantes con menor nivel de renta", señala el dictamen.

Teniendo en cuenta esta recomendación parlamentaria, Juan Hernández Armenteros subraya que en los últimos cincos años se ha aumentado "considerablemente" el gasto por alumno en Andalucía. "Desde 2001 la aportación pública ha crecido un 68,5 %, y si tenemos en cuenta que ha disminuido el número de alumnos, la inversión media por universitario ha aumentado de manera importante. Si en 2001 la inversión por estudiante se encontraba en un 71% de la media nacional, hoy, aunque todavía no dispongo de datos, presumo que podemos situarnos cerca del 95% de la media española", adelantó el gerente de la UJA y también responsable del estudio anual La universidad española en cifras, elaborado por la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE).

Según señala éste, el principio de equidad del sistema de financiación se está cumpliendo no sólo entre las propias universidades andaluzas, sino también con la aproximación de Andalucía a la media nacional del gasto público.

"Pero los precios en segundas y terceras matrículas y la no discriminación por el grado experimental de las carreras a la hora de fijar cantidades, también refleja inequidad", resalta Hernández Armenteros.

"Empieza a ser cuestionable que un estudiante que se presente por sexta vez a una misma asignatura siga pagando un precio muy por debajo del coste real", añade.

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