Sudán se compromete a detener los ataques tras bombardear Darfur
El Gobierno de Jartum incumple el ultimátum de la Unión Africana
El Gobierno de Sudán burló el ultimátum impuesto por la Unión Africana para el cese de las hostilidades en Darfur (oeste) al bombardear y proceder a la quema de la aldea de Labado, situada en el sur de la conflictiva región sudanesa. Horas después, Jartum se comprometía a detener los ataques "inmediatamente" y de manera "incondicional" tras reunirse con enviados de Naciones Unidas y la Unión Africana (UA).
El comandante de la Unión Africana en Darfur, el general nigeriano Festus Okonkwo, aseguró ayer que las fuerzas gubernamentales sudanesas atacaron Labado, unos 65 kilómetros al este de Nyala , la capital del sur de Darfur, el pasado sábado. "Las cosas han cambiado.
El último informe del general Okonkwo indica que el Gobierno sudanés no ha cumplido. [Festus Okonkwo] dijo que helicópteros del Gobierno atacaron Labado y quemaron el lugar", explicó el portavoz de la UA. Miles de habitantes de Darfur abandonan sus casas, huyendo de los bombas de helicópteros y aviones Antonovs. Aseguran que las milicias progubernamentales conocidas como Janjaweed atacaron sus aldeas y en algunos casos establecieron en ellas sus bases.
La organización africana impuso a Jartum un plazo de 24 horas para detener los ataques, que expiró la noche del sábado. Si en ese plazo el Gobierno de Sudán no retiraba sus tropas y los rebeldes no cesaban sus ataques, la UA informaría al Consejo de Seguridad de la ONU para aplicar posibles sanciones.
Horas después del ataque con helicópteros, el Gobierno sudanés se comprometió al cese de las operaciones militares en Darfur y pidió a la Unión Africana que exigiera a los rebeldes que detuvieran sus ataques. Así lo aseguró el ministro de Exteriores sudanés, Mustafa Osman Ismail, tras reunirse con diplomáticos de la UA y de Naciones Unidas. "Sí, comunicaremos inmediatamente a nuestras fuerzas en Darfur que cesen los combates y no dispararemos a no ser que seamos atacados".
Sin embargo, ayer por la mañana un helicóptero de la Unión Africana fue tiroteado en Dafur, según informó un portavoz de la UA que ignoraba cuál de las dos partes enfrentadas -fuerzas del Gobierno o rebeldes- había disparado. "Esto demuesta que el cese del fuego no se está manteniendo", indicó la citada fuente.
Por otra parte, trabajadores de la Media Luna Roja sudanesa indicaron que la fiereza de los últimos combates causaron nuevos desplazamientos de civiles, que buscan refugio en los abarrotados campamentos levantados en las tres provincias de la región.
La situación humanitaria ya se había agravado tras la retirada de algunas ONG después del asesinato de dos voluntarios sudaneses, trabajadores de Save the Children. "Uno de los mayores problemas, aparte de la inseguridad, es la escasez de medios, ya que la mayoría de los accesos están cortados y no llega la ayuda humanitaria", explicó un miembro de la Media Luna Roja de Sudán.
El conflicto de Darfur estalló el pasado abril y ha segado la vida a 70.000 personas, mientras que casi dos millones de sudaneses se han visto forzados a abandonar sus casas, según datos de la ONU.
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