Examen a la iniciativa empresarial

En el contexto actual de Sociedad de la Información y el Conocimiento, donde las Pequeñas y Medianas Empresas (PYME) constituyen el epicentro de la actividad económica, el espíritu empresarial e innovador se configuran como pilares básicos del crecimiento económico y la productividad. La empresa, creadora de riqueza y generadora de empleo, es la unidad básica e imprescindible para el funcionamiento correcto del sistema de mercado. Por eso, el fomento de la creación y consolidación de las empresas se articula como área clave en la política económica mundial.

El retraso español en capacidad para emprender (o en términos anglosajones, entrepreneurship) respecto a Estados Unidos, Japón y algunos países europeos, tiene su origen tanto en las escasas facilidades e incentivos que ofrecen las administraciones públicas, como en las actitudes aversión al riesgo y al fracaso de las empresas y ciudadanos españoles. La complejidad administrativa para la creación o lanzamiento de un proyecto empresarial, unida a la dificultad de acceso y el coste de la financiación de tales proyectos, son algunas de las barreras que desincentivan la actividad emprendedora en España.

Conscientes de estos problemas determinantes de la brecha que nos separa del resto de economías avanzadas, las administraciones públicas españolas han venido introduciendo en los últimos años una serie de modificaciones en sus políticas financieras, fiscales, administrativas y educativas, a través de programas centrales y regionales. No obstante, queda todavía mucho por hacer en la liberalización de obstáculos al crecimiento empresarial que se interponen para que España avance más rápidamente hacia la convergencia con Europa. Parece, pues, requisito indispensable que los poderes públicos, en colaboración con las universidades y las empresas, adopten un papel activo, trabajando tanto en la eliminación de trabas (administrativas, regulatorias, fiscales o financieras) como en el fomento de la cultura y educación en estas áreas.

Ésta es la conclusión a la que llegan los autores del libro que nos ocupa, tras la revisión del marco conceptual y la literatura económica, el análisis de datos estadísticos en torno a la dinámica y movilidad empresarial en España, y la realización de encuestas a una muestra de empresarios españoles. Fruto de esta última parte, el trabajo de campo, se obtienen las características más destacadas de los empresarios españoles (perfil demográfico, nivel de formación, motivaciones, etcétera) y sus proyectos, y las razones determinantes del éxito o fracaso de la "aventura emprendedora" (performance, organización, emprendedor y entorno).

En los últimos años la actividad emprendedora y su impacto en el desarrollo económico, están siendo objeto de numerosos informes a nivel internacional. Sin embargo, la mayoría de ellos basan su investigación en las fases iniciales de la actividad empresarial, y tratan escasamente el estudio de las características del emprendedor, cuya observación, por otra parte, entraña no pocas dificultades estadísticas.

Emprendedores y espíritu empresarial en España en los albores del siglo XXI trata de subsanar la laguna existente en nuestro país en el estudio teórico y empírico del emprendedor, enfocando su análisis hacia las características de los emprendedores con proyectos consolidados.

El estudio del entrepreneurship es una tarea ambiciosa, y existen todavía muchas áreas por explorar. Sería interesente ahondar en el conocimiento de cada una de las barreras a la natalidad y consolidación empresarial, así como analizar en profundidad las políticas que en otros países o regiones, han conseguido eliminarlas. Un análisis comparado de la dinámica empresarial y las políticas de fomento del espíritu emprendedor e innovador puestas en marcha en los países referentes en esta materia, puede proporcionar a España la herramienta clave de política económica para el despegue definitivo del espíritu empresarial en nuestro país.

Beatriz Serrano es analista de AFI.