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Expertos de la Eurorregión advierten de que la falta de consenso frena las infraestructuras

El Gobierno de Jaume Matas designa un comisionado para estrechar las relaciones

Las disensiones entre los miembros de la Eurorregión mediterránea (Euram) van más allá del plano político. Expertos y políticos de Cataluña, la Comunidad Valenciana, Aragón, las Baleares y el sur de Francia advirtieron ayer de la pérdida de inversión en infraestructuras por parte de los Gobiernos francés y español a causa de los intereses divergentes de estas regiones. Reunidos en el congreso L'Euram, motor de l'Euroregió, economistas y dirigentes políticos criticaron la deficiente dotación de infraestructuras y pidieron consenso para vertebrar un gran polo de atracción del sur de Europa.

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Comisionado balear

Consenso y proyectos comunes antes de solicitar inversiones al Estado francés y al Gobierno español. Economistas, intelectuales y políticos se reunieron ayer en Barcelona -convocados por el Institut d'Economia i Empresa Ignasi Villalonga- para buscar un amplio consenso con un objetivo: consolidar la construcción de un polo de atracción económica del sur de Europa. Con una condición previa: "Antes de planificar más nuevas infraestructuras, debemos ponernos de acuerdo para desarrollar los proyectos que ya tenemos sobre la mesa", resumió Mainel Nadal, secretario de Movilidad del Departamento de Política Territorial y Obras Públicas de la Generalitat catalana.

La Eurorregión mediterránea es un conglomerado formado por Cataluña, la Comunidad Valenciana -cuyo Ejecutivo no se ha unido a la iniciativa-, Aragón, las Baleares y los departamentos franceses de Midi-Pyrinées y Languedoc-Roussillon. Traducido en cifras, 17 millones de personas y el 4,5% del PIB de la Europa de los Quince. Pero la falta de consenso puede llevar al fracaso político y, en la práctica, "da argumentos a Madrid y París para justifica la falta de inversión". "No se puede ser optimista sobre el futuro de la Eurorregión si no cambian sustancialmente las relaciones entre las comunidades autónomas del arco mediterráneo y el Estado", advirtió Guillem López Casasnovas, catedrático de Economía de la Universitat Pompeu Fabra (UPF). Incluso entre los socios de la Eurorregión: Josep V. Boira, catedrático de la Universitat de València, mostró su "perplejidad" ante las actuaciones que excluyen a la Comunidad Valenciana de la región euromediterránea.

"Valencia se encuentra fuera de lo que ha contribuido a construir a lo largo de todo el siglo XX", afirmó en un duro discurso. "La transición política no ha acabado en la Comunidad Valenciana. La élite económica y política estaba más preparada para enfrentarse a los retos a principios del siglo XX que ahora", explicó para escenificar las diferencias entre los círculos empresariales y académicos y las opiniones del Ejecutivo valenciano sobre la Eurorregión.

El consejero de Economía y Finanzas del Ejecutivo catalán, Antoni Castells, defendió la construcción de ese ente suprarregional para que los territorios que lo integran "tengan masa crítica suficiente". "La Eurorregión es una necesidad y la constatación de unos intereses estratégicos compartidos", dijo.

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