La justicia eleva la deuda de Parmalat a casi 20.000 millones

La deuda del grupo alimentario italiano Parmalat, declarado insolvente a finales del año pasado, asciende a casi 20.000 millones de euros. Así lo comunicó ayer la sección del tribunal de Parma encargada de elaborar la lista de acreedores del gigante italiano. La cifra es un 42% superior al agujero de 14.300 millones que hasta ahora se atribuía a la empresa. Es la segunda vez que se eleva la deuda de Parmalat.

El informe difundido ayer se refiere a los números rojos de 16 sociedades del grupo alimentario, actualmente inmerso en el plan de reestructuración elaborado bajo la dirección de Enrico Bondi, el gestor extraordinario nombrado por el Gobierno italiano. La cantidad considerada como deuda, 20.000 millones de euros, supera en 6.000 millones el agujero difundido hasta ahora (14.300 millones). Así, la investigación judicial eleva un 42% esa deuda.

A principios de año se produjo otro aumento de la cantidad estimada como deuda hasta los 14.300 millones de euros. La cifra era casi ocho veces superior a la anunciada por la antigua dirección.

Parmalat suspendió pagos en diciembre del año pasado en la que supuso la mayor catástrofe empresarial europea de los últimos 50 años. El juicio contra los gestores y auditores para determinar las responsabilidades comenzó el pasado mes de octubre.

Bondi ha emprendido una serie de acciones judiciales contra entidades como el Bank of America, Citigroup y las auditoras Deloitte & Touche y Grant Thornton. A todas ellas les pide indemnizaciones millonarias como resarcimiento por su supuesta responsabilidad en la bancarrota. La dirección de Parmalat informó ayer de que Bondi ha emprendido además nuevas acciones revocatorias contra 45 entidades financieras -35 italianas y 10 extranjeras- por una cantidad que, según fuentes legales, ronda los 3.000 millones de euros.

Conflicto con Citigroup

Hace unos días, Citigroup calificó de "completamente falsa" la acusación de complicidad en el hundimiento de Parmalat. Bondi exige a la firma financiera una indemnización de 10.000 millones de dólares (7.530 millones de euros). El gestor extraordinario presentó en julio una acción judicial contra Citigroup por haber realizado supuestas operaciones irregulares relacionadas con la quiebra del grupo alimentario.

El que hasta el año pasado era el octavo grupo industrial de Italia trata en la actualidad de salir adelante con un proyecto de reestructuración que pretende reducir las pérdidas este año a 108 millones de euros y volver a los beneficios en 2005. Los que eran directivos de la empresa en el momento de declarar la quiebra, entre ellos su presidente y fundador, Calisto Tanzi, afrontan un juicio en Milán con cargos que van desde especulación abusiva a bancarrota fraudulenta.

Una de las vías que pretende la compañía para intentar recuperar el dinero perdido consiste en investigar a su fundador. Los nuevos administradores han contratado a la agencia de detectives Kroll para rastrear el dinero desaparecido y creen haber encontrado una parte del botín, invertida en apartamentos.