El déficit exterior de EE UU marca un nuevo récord hasta septiembre
El déficit exterior de Estados Unidos marcó durante el tercer trimestre de este año un nuevo récord, al elevarse a 164.710 millones de dólares (122.730 millones de euros). El agujero actual en la balanza de pagos estadounidense equivale al 5,6% del PIB, frente al 4,3% de comienzos de 2002. Wall Street esperaba un dato mucho peor, de hasta 170.600 millones de dólares, por la continua degradación de la balanza comercial, lo que se tradujo en una reacción positiva del dólar.
"El dato es mejor de lo esperado, es cierto, pero no deja de ser un récord", señalan desde Goldman Sachs. El otro aspecto positivo del informe publicado ayer es que se revisó a la baja el déficit correspondiente al segundo trimestre, de los 166.000 millones originales hasta los 164.400 millones. Pero el banco de inversión señala que "a pesar de esta revisión, la imagen de base sigue siendo que el déficit es muy grande y como consecuencia de esto la presión sobre el dólar continúa".
El billete verde lleva perdido este año un 5% frente al euro y un 4% si se compara con la media de la cesta de monedas internacionales. Los economistas señalan que el dólar tiene todavía un margen de depreciación del 10%, aunque ayer el euro perdió la cota de los 1,33 dólares, frente al máximo de 1,342 del miércoles. Sin embargo, las últimas declaraciones del presidente, George Bush, y del secretario del Tesoro, John Snow, en defensa de un dólar fuerte, no están teniendo mucha recepción en el mercado de divisas.
El riesgo es que, con el fuerte debilitamiento de la divisa estadounidense, los inversores extranjeros dejen de comprar activos en EE UU. El informe de ayer refleja de hecho que los extranjeros compraron bienes financieros por valor de 14.100 millones, muy por debajo de los 29.700 millones del segundo trimestre.
Por otro lado, ayer se dio a conocer el dato de construcción de viviendas en noviembre, uno de los indicadores que más se siguen para conocer la evolución de la economía. A Wall Street le pilló por sorpresa porque cayó un 13,1%, el mayor descenso en 11 años, con lo que se sitúa al nivel más bajo desde mayo de 2003.
