La desviación de la inflación obliga a pagar 1.873 millones más en pensiones

El descenso de los precios del petróleo en noviembre ha dado un leve respiro a la inflación en su evolución anual. El índice de precios de consumo (IPC) subió dos décimas respecto a octubre y en el último año acumula un crecimiento del 3,5%. Pese a ser abultada la cifra, divulgada ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), es una décima inferior que en octubre y hace presagiar un cierre del ejercicio en ese entorno. Hace un año, la inflación estaba en el 2,8%.

Pero la desviación del IPC por encima de lo previsto (1,5 puntos superior al 2%) costará al Estado 1.872,87 millones de euros. Desde 1997, el Gobierno compensa a los pensionistas (actualmente, 8,5 millones) por el poder adquisitivo perdido cuando la inflación de noviembre, mes que sirve de referencia, supera la previsión oficial. Esa cantidad se abonará en dos partes: 936,28 millones en una paga única a principios de año para restituir el poder de compra perdido en 2004 y la misma cantidad que se consolida en las pagas mensuales en la pensión de 2005.

Ese desembolso resulta algo más voluminoso de lo esperado, pues el dato definitivo de inflación supera una décima el adelantado por el INE a finales del mes pasado. Y es que, pese al descenso del petróleo, las subidas del vestido y calzado y de algunos alimentos frescos también han empujado con fuerza.

Frente a los cambios en el índice general de IPC, la inflación subyacente -elimina los elementos más volátiles: alimentos frescos y energía- se mantiene por cuarto mes consecutivo en el 2,9%. Es el hecho más destacado por el Gobierno para pronosticar una mejoría de la inflación en los próximos meses.

Vestido más caro

Las dos décimas de inflación ganadas respecto a octubre obedecen casi exclusivamente a los encarecimientos en prendas de vestir y calzado, habituales en noviembre con la nueva temporada. No obstante, en el último año esta partida acumula una subida del 2,3%, igual que en noviembre de 2003. También algunos alimentos frescos, como la carne de ovino y el pescado, han contribuido a elevar la tasa mensual, como preludio de las subidas que se registran en Navidad.

En el otro lado de la balanza pesaron las bajadas de los carburantes. La partida carburantes y combustibles ha caído un 1,5% respecto a octubre. Se trata del primer descenso mensual en estos productos registrado en 2004, que se ha trasladado también al transporte. El abaratamiento del crudo, que ha pasado de costar 49,7 dólares por barril en octubre a 42,9 en noviembre, ha motivado esta evolución.

No obstante, el petróleo sigue lastrando la evolución anual de los precios. En el último año, los carburantes se han disparado un 13%, frente al 1% que registraban en noviembre de 2003. En cualquier caso se produce una cierta desaceleración, pues en octubre la tasa era del 15,3%.

Fruto, en gran parte, de ese encarecimiento de la energía, los servicios evolucionan peor, con un incremento anual del 3,8%, dos décimas más que en octubre. También las partidas relacionadas con el turismo se han contagiado de los aumentos energéticos, traducidos en subidas de las tarifas aéreas y de los paquetes turísticos. El capítulo ocio y cultura, que incluye los viajes organizados, pasa de caer ocho décimas en octubre a subir una. Hoteles, cafés y restaurantes sube un 4,1%, una décima más.

Los alimentos frescos, partida tradicionalmente inflacionista que ha tendido a la moderación en el último año, ha roto esa tendencia al registrar en noviembre una evolución interanual del 2,3%, medio punto más que el mes anterior. También los productos elaborados ganan una décima (hasta el 4,1%) en el último año.

Tras el descenso de una décima en noviembre, el secretario de Estado de Economía, David Vegara, confía en nuevas bajadas del IPC en diciembre. El último dato del año tiene también gran repercusión, en este caso para las cuentas de las empresas, pues sirve de referencia para actualizar los salarios con la inflación en los convenios colectivos. No obstante, la mayoría de los analistas fija en el 3,5% su previsión para 2004.

Uno de los elementos que empeora mes tras mes es el diferencial de inflación con la zona euro. Si se confirma el dato de noviembre para esa área, la brecha entre la evolución de los precios en España y en la media europea ascenderá a 1,3 puntos. Esa diferencia de precios es el factor más determinante en la pérdida de competitividad de los productos españoles en el exterior.

Sobre las cifras, el vicepresidente y ministro de Economía, Pedro Solbes, destacó: "Tengo un cierto punto de preocupación con la inflación; no me gusta la cifra del 3,5%", aunque valoró la estabilidad de la subyacente. También la CEOE calificó de esperanzador el mantenimiento de esa tasa. Más crítica, CC OO destacó las consecuencias negativas de la inflación en el crecimiento futuro y UGT pidió mecanismos para evitar las pérdidas de poder adquisitivo de todas las rentas salariales. El PP consideró el dato "francamente negativo" y criticó la "pasividad absoluta" del Gobierno.