Zapatero ante la comisión del 11-M

Los totalitarismos del siglo XX -fueran fascistas o comunistas- asentaron su sistema de propaganda sobre un dicho que se suele atribuir a Goebbels (pero que del mismo modo podría haber largado Stalin, o hasta Franco, si éste hubiera tenido talento para inventar algo): "Una mentira repetida muchas veces se convierte en verdad".

La línea dura del Partido Popular, encabezada por notables retoños neofranquistas como los Aznar, Zaplana, Trillo y demás, se apuntan, entre convencidos y desesperados, al contenido de esa máxima siniestra, y mienten con aplomo esperando que sus burdas maquinaciones se transformen en verdades a fuerza de repetirlas. Sin duda, ellos se las han terminado creyendo, y a base de mentir a los españoles terminan por engañarse a sí mismos.

Olvidan un par de cosas: primero, que la frasecita de marras sólo funciona bajo sistemas dictatoriales, en los que no existe una opinión contraria, crítica o contrastada; segundo, que el pueblo español no es idiota, a pesar de la creencia tradicional de la derecha al respecto.

El presidente Rodríguez Zapatero, en su comparecencia ante la comisión de investigación del Congreso, ha logrado poner de manifiesto una nueva forma de expresión que debería constituir el eje de una política honrada: "Una verdad repetida muchas veces puede con cualquier engaño". Ojalá cunda el ejemplo.- José Manuel Lechado.

Nada más acabar la comparecencia de Aznar ante la comisión de investigación del 11-M, hace ahora unas semanas, sentí la necesidad de reflejar en un artículo el rechazo y la repulsa que me produjeron sus mentiras y sus faltas de respeto a nosotros, los españoles, pero sobre todo a las víctimas y familiares del atentado. Al final decidí optar por la indiferencia y no dedicarle ni una letra a semejante individuo, al mismo tiempo que creía innecesaria la comparecencia prevista de José Luis Rodríguez Zapatero.

Escuchando a nuestro presidente de Gobierno reconozco que aquel día me equivoqué: qué diferente es su mensaje de continuar con la investigación, de la aportación de pruebas objetivas y de respeto y solidaridad con las víctimas que aquel otro plagado de ironías, mentiras y prepotencia.

Pero sobre todo, al final ha sido necesaria la presencia de Zapatero en el Congreso para hacernos recordar a todos la necesidad de estar aun hoy, nueve meses después, con todas las mujeres, hombres y niños que sufrieron y sufren todavía por aquella cruel barbarie. Mientras la falta de vergüenza que debería repugnar a todo bien nacido se ha reflejado en las incomprensibles risas de los representantes del PP en la comisión y en los insultos de un conjunto de jóvenes cobardes con la cara tapada a Pilar Manjón y a sus compañeros de la asociación de víctimas del 11-M.

Ésas son las dos caras que recordaremos todos de la comisión de investigación más importante de nuestro país, y es que a mí, igual que a otros muchos, me preocupa mucho más qué pasó aquel día, cómo y por qué y cómo podremos prevenir que no vuelva a ocurrir, antes que volver a constatar lo que ya todos sabemos: la manipulación y las mentiras de Aznar y sus secuaces durante los tres días siguientes para no perder las elecciones.- Juan Bertuchi. Málaga

He de reconocerlo el 13 de marzo fui convocada a manifestarme ante la sede del Partido Popular, lo que no significa que asistiera. La convocatoria no me llegó mediante ningún mensaje al teléfono móvil, sino a través de la televisión pública. El señor Rajoy compareció, a pesar de tratarse de la jornada de reflexión y ser él mismo candidato, para denunciar lo que estaba sucediendo, pero de tal modo que incitaba a la participación. No tenía ninguna noticia acerca de ello, pero me sentí personalmente convocada por él a manifestarme en contra de la actuación del Gobierno de su partido. No tuvo en cuenta que cuando se produce un atentado del calibre del sucedido el día 11 contra una sociedad, todos los ciudadanos tienden a apoyar a su Gobierno, sin fisuras y sea del partido que sea. No hacía falta ninguna campaña como la que recuerdo vivamente que orquestaron el Partido Popular y el Gobierno. También recuerdo la correcta comparecencia del señor Pérez Rubalcaba y que el señor Rodríguez Zapatero, como candidato que era, no hizo ninguna manifestación en ese día.- Paloma Moro.