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Los sindicatos exigen al Consell medidas para paliar la destrucción de 30.000 empleos industriales en dos años

CCOO y UGT citan a todos los trabajadores en una gran concentración hoy en Valencia

El debate semántico sobre el carácter estructural o coyuntural de la crisis que atraviesan los sectores industriales tradicionales de la Comunidad Valenciana, desde el calzado al textil pasando por el juguete, tiene un correlato palpable que no admite ambigüedades. CCOO estima que se han destruido 30.000 empleos industriales en la Comunidad Valenciana en los dos últimos años y el Inem registraba en noviembre 223.145 demandas de empleo industrial en territorio valenciano, datos que sustentan la manifestación convocada hoy en Valencia por CCOO y UGT.

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El incendio de dos naves que almacenaban calzado fabricado en el polígono industrial de Carrús, en Elche, en el curso de una manifestación que congregó a trabajadores sin empleo y pequeños empresarios del sector el pasado mes de septiembre constituyó un auténtico aldabonazo que sacó a relucir la vertiente más siniestra de la crisis que vienen atravesando los sectores industriales manufactureros. La convocatoria de la marcha fue prácticamente clandestina.

Tres semanas más tarde, las dos grandes centrales sindicales, con el apoyo de partidos políticos y de la patronal del calzado, convocaron una marcha organizada en Elche para exigir soluciones al sector que soporta la economía de la tercera ciudad de la Comunidad Valenciana y toda su comarca. Una concentración similar se desarrolló tres semanas después en la vecina localidad de Elda.

Rafael Recuenco, secretario general de UGT, subraya el intenso trabajo sindical desarrollado desde entonces a lo largo de todo el territorio valenciano tanto para canalizar las protestas laborales como para garantizar el éxito de la marcha convocada hoy en Valencia. Los sindicatos quieren poner en la calle la caída de 435.000 empleados industriales en octubre de 2002 a poco más de 405.000 hace dos meses.

- La industria del calzado concentra todas las debilidades a las que están expuestos los sectores tradicionales en el mercado global. Un producto de temporada, que requiere mano de obra intensiva pero de forma discontinua, y cuyo diseño no entraña mayor secreto para ser calcado por competidores desleales.

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La producción de calzado se ha desplazado a lo largo de la historia desde Alemania o Francia y Estados Unidos a España, primero, a Brasil, después, para concentrarse hoy en China o India.

El elevado número de pequeños talleres diseminados por la comarca del Vinalopó sólo complica las cosas. Los cierres pasan casi desapercibidos en una zona donde los excesos de trabajo se suplían por amas de casa de forma habitual hace apenas cinco años. UGT estima que a lo largo de los seis primeros meses de 2004 se han destruido más de 2.000 empleos en el sector del calzado.

- La industria del juguete sufre la competencia asiática desde hace años, y el cierre de la planta que la multinacional MB Hasbro mantenía en la localidad de Riba-roja, Valencia, hace un año supuso la caída de uno de los grandes núcleos de resistencia de una industria mortecina. 515 trabajadores perdieron un empleo que avalaba una firma multinacional.

La localidad de Ibi, en Alicante, constituye otro gran núcleo de resistencia donde se experimentan hace tiempo fórmulas de cooperación entre empresas.

El éxito en la recolocación de los trabajadores de MB Hasbro que renunciaron a jubilarse, sin embargo, abre una vía que podría extenderse a otros sectores.

- La industria textil perdió 1.800 empleos en la Comunidad Valenciana a lo largo de 2003, según datos de la patronal del sector. La liberalización total del comercio textil se estrena el próximo 1 de enero y la competencia, sobre todo asiática, será aún mayor. El traslado de la producción de la firma Sáez Merino, fabricante de Lois, a Marruecos ha sido el último golpe que recibe el empleo del sector en su vertiente más vulnerable, la confección. Sáez Merino habrá prescindido de 548 trabajadores a finales de 2005.

La investigación sobre nuevos materiales y los textiles técnicos aparecen como salida natural para una industria de sólida tradición.

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