Putin afirma que cooperará cómodamente con Zapatero como colaboró con Aznar
El presidente ruso visitará España el año próximo para potenciar la agenda bilateral
El presidente ruso, Vladímir Putin, reconoció ayer que le "resultó cómodo" trabajar con el Gobierno de José María Aznar, pero, tras recibir ayer en el Kremlin a José Luis Rodríguez Zapatero, se mostró seguro de que "también va a ser cómoda la relación con el actual Gobierno" español. "Eso va a ocurrir con toda probabilidad", añadió Putin, y confirmó que el año próximo viajará a España para impulsar una agenda bilateral basada en dos ejes: la lucha antiterrorista y los proyectos económicos. Los dos líderes no hablaron de Chechenia ni reflejaron disenso sobre Ucrania.
Putin, que recibió hace un mes a Aznar a título privado, secundó en el pasado algunas interpretaciones sobre la retirada española de Irak y se apuntó a la teoría de que esta consecuencia del vuelco electoral en España, tras los atentados del 11-M, podía ser considerada por los terroristas como una claudicación a sus demandas. Ayer, explicando la esencia de lo que considera "un malentendido", afirmó que su actitud hacia la invasión de Irak "ha sido y es negativa", y aseguró que "en ningún momento" se puso en contra de la decisión soberana del Gobierno español de retirarse. Reconoció, sin embargo, que le "inquieta el deseo de células terroristas, sobre todo islamistas, de influir en las situaciones política de otros países, incluida España".
Los comentarios que hizo sobre la relación entre los atentados y el resultado electoral, añadió, deben entenderse en ese contexto y no son distintos de los que pronunció "durante el periodo electoral en EE UU". "En cuanto al uso de estos factores en la lucha política interna española, les ruego que me mantengan al margen", concluyó.
Zapatero y Putin se encontraron con precisión de ballet en el centro del salón de representación del Kremlin, una coquetona sala de gusto imperial presidida por grandes estatuas doradas de Catalina de Rusia y el zar Pedro I, donde se tomaron largo tiempo para que los periodistas escucharan sus primeros intercambios de impresiones. El ruso expresó su placer por la llegada de Zapatero -"quería conocerle", dijo-, y calificó el estado de las relaciones hispano-rusas de excelente. El presidente del Gobierno se disculpó primero por faltar a la cita en Moscú del pasado 1 de diciembre -"la oposición exigió que me quedara respondiendo a sus preguntas en el Parlamento", explicó- y transmitió a Putin los saludos del rey Juan Carlos.
El anfitrión se extendió entonces en su amistad con la familia real española, e incluso recordó una anécdota que le aproximaba al carácter amable de Zapatero, al que un informativo de la televisión rusa presentaba ayer como algo Quijote y como un hombre que no ama las corridas de toros, porque las encuentra crueles.
Visita a España
Putin le contó al presidente que participó en una cacería con el Rey en Rusia, pero que no disparó ni un tiro porque no le gusta matar animales. "Don Juan Carlos se llevó un magnífico ciervo, pero tampoco le disparó él. Le daba pena", añadió.
Zapatero le recordó que tanto el Rey como el Gobierno esperan que se concreten las fechas de la visita del presidente ruso a España en 2005, para la que Madrid maneja el mes de abril, aunque Moscú no descarta que sea en otoño.
A partir de ahí, se cerró la puerta para que los dos mandatarios siguieran discutiendo su visión de las relaciones futuras, sin más compañía que la de sus respectivos asesores de política internacional y los intérpretes. La reunión, prevista para una hora, se prolongó durante cerca de dos. La rueda de prensa, en la sala Catalina, bajo una imponente cúpula azul pastel, mucho más solemne que la que alberga habitualmente este tipo de encuentros, comenzó, por ello, con considerable retraso.
En el plano internacional, Zapatero y Putin destacaron su voluntad de luchar conjuntamente contra el terrorismo, según la línea, reiterada por el presidente español, de cooperación policial e informativa y políticas de desarrollo para los países más pobres, todo ello dentro del marco multilateral de la ONU. Los dos insistieron en la necesidad de cooperar económicamente para que el pueblo iraquí recupere su soberanía, aunque Putin consideró que ese objetivo no parece próximo, dado que "prosiguen los combates, y ello nos preocupa muchísimo", dijo.
Zapatero expresó la "profunda solidaridad del pueblo español" por "la tragedia" de Beslán, donde el 6 de septiembre murieron 330 personas. Pero en la conversación no figuró el problema de Chechenia, origen del terrorismo que preocupa a Rusia.
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