Karzai pide a los líderes tribales afganos eliminar el "cáncer" del opio

El presidente de Afganistán, Hamid Karzai, reunió ayer, dos días después de jurar su cargo, en una asamblea a líderes tribales y regionales para tratar el modo de erradicar el tráfico de opio, del que Afganistán es el mayor productor mundial. En un discurso ante los dirigentes más respetados del país y con tono contundente, Karzai calificó el narcotráfico de "cáncer" y "desgracia nacional" y afirmó que, de no controlarse, representará una amenaza más seria para Afganistán incluso que la invasión soviética de hace 25 años.

"El cultivo de opio y la producción de heroína son más peligrosos que el ataque de la URSS a nuestro país, más peligrosos que las luchas entre milicias, más peligrosos que el terrorismo", aseveró Karzai, primer presidente elegido en unos comicios por sufragio universal en la historia del país. "Al igual que hicimos con la invasión soviética, debemos ahora hacer la yihad [guerra santa] contra las drogas, que han deshonrado a nuestra nación frente a la comunidad internacional".

Karzai aseguró que la mayor parte de los beneficios procedentes de la droga no van a parar a manos de los productores, sino que acaban en los bolsillos de los narcotraficantes, que lo guardan en bancos de Europa y Estados Unidos, y que también beneficia a los grupos de terroristas talibanes. El jefe del Estado instó a todos los afganos a "recobrar la dignidad" de su país erradicando el tráfico del opio, lo que le valió un fuerte aplauso de la asamblea.

En la ceremonia de toma de posesión de Karzai como presidente, el pasado martes, señaló que los principales objetivos de sus próximos cinco años de Gobierno serán promover el desarrollo, la lucha contra el tráfico de opio y acabar con el terrorismo y el poder de los señores de la guerra, que dominan la mayor parte del territorio. Un estudio reciente de Naciones Unidas calcula que la producción de opio en Afganistán se ha incrementado el 64% el último año y que la exportación de drogas supondrá este año el 60% del producto interior bruto.