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Reportaje:

Los perjuicios de la automedicación

Neurólogos del hospital Francesc de Borja de Gandia relacionan el dolor crónico de cabeza con el abuso de fármacos

El equipo médico de Neurología del hospital Francesc de Borja de Gandia había detectado que muchos pacientes aquejados de dolores de cabeza, "cefaleas", acudían a la consulta a pedir recetas de una medicación concreta para aliviar su afección. El fenómeno no es nuevo, se relaciona con la tendencia de gran parte de la población a automedicarse en casos de dolencias leves. Pero Samuel Díaz, miembro de la unidad de Neurología del centro hospitalario y secretario del grupo de estudio de cefalea de la Sociedad Española de Neurología, decidió indagar en las razones que llevaban a los pacientes a elegir unos u otros medicamentos, y el grado de satisfacción de su uso.

El primer estudio desveló que un 7% de los pacientes que acudían a las consultas de los centros de salud padecían cefaleas, más frecuente entre la población femenina, que se habían cronificado por el abuso del uso de fármacos, un porcentaje "más elevado de lo esperado", recuerda el neurólogo. Díaz y su equipo decidieron ampliar su investigación fuera de las consultas médicas. Fue así como hace dos años emprendieron un estudio sobre la incidencia del dolor de cabeza en la población, y la influencia de la medicación en el alivio de esta dolencia. El trabajo ha recibido el primer premio de la Asociación para la Investigación Sanitaria en La Safor (AISSA) y ha sido reconocido en congresos internacionales de Neurología. En la investigación han colaborado Sandra García, Teresa Turró, Mónica Roig, Cristina Soriano, Esther Romero y José M.Soler.

El equipo de investigación seleccionó como referente Tavernes de la Valldigna, un municipio de unos 16.000 habitantes, con un solo centro de salud. El trabajo se inició con un cuestionario, que en principio iba a ser puerta a puerta, "pero nadie respondía", recuerda Díaz. Se cambió el método y se optó por la encuesta en la calle. De los 1.539 entrevistados (el 10% de la población), 426 reconocieron que padecían cefalea, y el 92% tomaban algún tipo de fármaco para reducir la dolencia. A este grupo se le realizó un minucioso cuestionario que abordaba aspectos como la duración de los episodios y el tipo de dolor; los síntomas asociados; antecedentes familiares; modo de instauración de la dolencia; si habían acudido a un médico o al neurólogo; y el grado de satisfacción ante la medicación.

El estudio reveló que el tercer tipo de cefalea en frecuencia era el dolor de cabeza "crónico". Una patología que en muchos de los casos empezó con episodios esporádicos y que se habían convertido en molestias diarias o casi diarias. Los que lo padecían atribuían mayoritariamente la dolencia al "estrés". El 92,25% de los encuestados que sufrían dolor de cabeza tomaban fármacos. El analgésico más utilizado era el Paracetamol. En el caso de las personas que sufrían migrañas, detectaron un uso extendido de los ergóticos (un tipo de analgésico) frente a los triptanes (medicación específica para esta patología, más efectiva y con menos efectos adversos).

Sobre la cronificación de la dolencia, Díaz destaca: "El mal uso y abuso de fármacos". Otra causa es la falta de un tratamiento preventivo de la cefalea. "Muchas personas con esta dolencia tienden a automedicarse y no acuden al médico. Un tratamiento específico preventivo podría evitar la cronificación de la patología y reducir el dolor", señala Díaz. En cuanto a los fármacos que más influyen para convertir la cefalea en crónica son los ergóticos, como el Tonopan, Cafergot o Analgilasa, que se pueden adquirir en farmacias sin receta. "Los antiinflamatorios son más útiles, pero los usan sólo un 35%".

El neurólogo considera necesario "un mayor control" de los fármacos, sobre todo de los ergóticos, que no precisan receta médica. La cefalea es una patología que no se puede erradicar en pacientes que la padecen. Pero una medicación correcta "puede reducir el dolor y prevenir que se convierta en una dolencia crónica", aconseja Díaz.

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