Fox reduce a actos aislados la ola de violencia en México

El presidente de México, Vicente Fox, descartó cualquier paralelismo entre los recientes crímenes -el último, el asesinato de Enrique Salinas de Gortari, hermano del ex presidente Carlos Salinas de Gortari (1988-1994)- con los dos magnicidios y el clima de violencia registrados hace 10 años, en vísperas de las elecciones de agosto de 1994, ganadas por Ernesto Zedillo y el PRI. "Descartamos toda comparación con eventos como los que se vivieron en el pasado", subrayó Fox en un encuentro con corresponsales extranjeros.

"El simple hecho de tener el apellido Salinas de Gortari no representa que se trate de eventos en términos políticos", agregó Fox. El linchamiento de dos policías federales en una barriada de Ciudad de México, la reciente detención de 17 agentes de la Agencia Federal de Investigación en Cancún, de tres miembros de la Policía Federal Preventiva y tres militares, en Guanajuato, implicados en casos de corrupción y narcotráfico, demuestran la infiltración del hampa en los cuerpos de seguridad. El segundo en la Fiscalía General, Santiago Vasconcelos, dijo que la lucha entre el Gobierno y los narcotraficantes es desigual porque el Estado se impone límites, y los narcos, no. Disponen de ametralladoras antiaéreas. "Es como enfrentarse a Cassius Clay atado".

El presidente mexicano reconoció: "Ha habido recientemente faltas graves de elementos de corporaciones federales y por eso estamos actuando. Hemos contenido el crecimiento de la delincuencia". El coordinador del PRI en el Senado, Enrique Jackson, confía en que el asesinato de Salinas no guarde relación con otros hechos violentos, "pues si lo sumamos obtenemos un cuadro preocupante". Fox afirmó que se trata de delitos aislados.

El gobernante del conservador Partido de Acción Nacional (PAN), que derrotó al PRI en las generales de 2000 y termina su mandado dentro de dos años, efectuó un positivo recuento de su primer cuatrienio. No pudo sacar adelante en el Congreso las reformas estructurales pretendidas, entre ellas la fiscal y la energética, pero destacó la consolidación de la democracia y las libertades, "implantándose a plenitud en México", y el funcionamiento de la macroeconomía. Negó que las permanentes disputas políticas, que dificultan los consensos, distorsionen el pluralismo. "Hay un gran ruido, pero es el ruido de la democracia: el debate, la confrontación de ideas".

Fox sigue manteniendo una alta popularidad en las encuestas, por encima del 60% en algunos sondeos, pese a la andanada de críticas contra su gestión. El comportamiento de la economía nacional recibió las mejores notas entre las agencias calificadoras de riesgo financiero después de varios años de contracción. El PIB repuntará este año por encima de los cuatro puntos, a caballo de la recuperación estadounidense, los altos precios petroleros y el aumento del consumo, debido en parte a las remesas de los emigrantes hacia Estados Unidos, más de 13.000 millones de dólares este año.

"Tenemos las mejores variables en todos los frentes", subrayó el jefe del Ejecutivo, aunque la oposición matiza a la baja algunos de los datos oficiales del cuatrienio sobre el déficit fiscal, la balanza comercial y el desempleo. Según Fox, se han creado 505.000 empleos este año. "Hemos recuperado todos los empleos perdidos en los tres años anteriores", dijo el presidente, quien añadió que la pobreza, que afecta al 50% de los 104 millones de mexicanos, ha disminuido.

El mandatario reconoció que la batalla contra la delincuencia es un problema de Estado. Al referirse al linchamiento de dos policías en Tláhuac, subrayó las purgas policiales y que "29 de los criminales están en la cárcel; el que roció de gasolina, el que prendió el cerillo, el que pateó, el que le arrancó el pelo a los agentes. Están en la cárcel". "No vamos a aceptar más en este país", agregó, "la idea de que el pueblo puede hacer justicia por su propia mano".