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El primer ministro chino, satisfecho con la "señal positiva" de la UE para levantar el embargo de armas

China y la Unión Europea concluyeron ayer su séptima cumbre anual con la firma de un puñado de acuerdos, pero sin que el primer ministro chino, Wen Jiabao, consiguiera lo que más ansiaba: el levantamiento del embargo de armas y la concesión a China del estatus de economía de mercado. Wen tuvo que darse por satisfecho con "la señal positiva" enviada por la UE de que Bruselas seguirá trabajando por la eliminación del veto, que la Comisión y algunos países supeditan a mejoras en los derechos humanos. Javier Solana, máximo responsable de la política exterior europea, llegó a vaticinar que el asunto podría estar resuelto en la primera mitad de año 2005.

La reunión respondió a las expectativas. Más allá de la firma de los acuerdos previstos, Wen reclamó infructuosamente en La Haya el levantamiento del embargo, a su juicio un resto de la guerra fría que no se ajusta a las buenas relaciones actuales entre la UE y su segundo socio comercial. Esta tesis es mantenida por Alemania y Francia y comprendida por España. En tres horas largas de reunión se le hizo notar al líder chino que "hay una disposición europea a levantar el embargo", según manifestó el primer ministro holandés, Jan Peter Balkenende, presidente de turno de la Unión, en una conferencia de prensa.

China no logra que la Unión Europea le conceda el estatus de economía de mercado

Balkenende explicó a su interlocutor que el embargo impuesto en 1989 tras la matanza de Tiananmen está vinculado a una reforma del código de conducta que rige las exportaciones de armas, un aspecto técnico que impone mayores controles y transparencia en su uso. En público, el primer ministro holandés no habló de derechos humanos, a cuyo respeto sí se refirieron el presidente de la Comisión, José Manuel Durão Barroso, y la comisaria de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero-Waldner.

El comunicado final alude a "la voluntad política de continuar trabajando por un levantamiento del embargo", lo que bastó a Wen Jiabao para expresar su "aprecio por el hecho de que la Unión Europea haya emitido una señal positiva". Balkenende no se atrevió a vaticinar una fecha para el fin del veto, pero Solana declaró a una emisora de radio que el embargo podría ser levantado antes del próximo verano.

Fuera del edificio, cuatro miembros de Reporteros sin Fronteras que protestaban por los ataques a la libertad de expresión en esa potencia asiática fueron detenidos brevemente por manifestarse sin permiso. Su organización anunció que 26 periodistas y 62 disidentes chinos que usaban Internet para sus protestas se encuentran ahora en las cárceles.

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El primer ministro tampoco consiguió que la UE conceda a China el estatus de economía de mercado, calificación que Bruselas puede retener hasta 2016. Con esa etiqueta, el Gobierno de Pekín podría evitar algunas sanciones económicas y cargas que se le imponen para compensar presuntas manipulaciones de precios de productos exportados. Las implicaciones financieras son minúsculas en unas exportaciones hacia la UE que el año pasado superaron los 100.000 millones de euros. Para China es esencialmente una cuestión de prestigio.

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