Bono afirma sobre el autogobierno que "no cabe más que lo que cabe en la Constitución"

El ministro de Defensa, José Bono, aprovechó ayer su discurso en la Academia de Toledo, con motivo de la celebración del día de la patrona del arma de Infantería, para hacer una reflexión sobre su idea de España. "Permítanme que me refiera a una paradoja. Resulta paradójico el antiespañolismo dentro de una nación, España, que brinda libertad a todos sus hijos, y que garantiza unas cotas de autogobierno superiores a muchos Estados federales. Por eso", agregó, " hay que defender que hoy no cabe más que lo que cabe en la Constitución, que es garantía de igualdad para todos los españoles".

"Es la patria común e indivisible de todos los españoles", dijo tras recordar que las Fuerzas Armadas "tienen como misión garantizar, bajo las órdenes del Gobierno, la soberanía, independencia e integridad territorial". Eran las primeras ideas sobre la unidad de España que Bono defendió en una mañana en la que el sol peleó con la niebla para hacerse un hueco en la plaza de armas de la academia.

Las palabras de Bono se enmarcan dentro de la actual coyuntura política, con varias comunidades en pleno proceso de reforma de sus Estatutos. Una de esas autonomías, Euskadi, tramita un proyecto, el plan Ibarretxe, que desborda la Ley Fundamental.

Bajo la mirada del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el ministro continuó desgranando sus reflexiones: "Merece celebración el haber sabido anteponer los derechos de las personas a los derechos del territorio" y "(...) eso permite que no suenen extrañas las palabras nación, patria o Constitución".

Fue el colofón a un discurso en el que el titular de Defensa alabó la labor de las Fuerzas Armadas y en el que advirtió al general director de la Academia de Infantería de que la trayectoria de éstas será difícil de mejorar, "en todo caso el eco de los altavoces", bromeó refiriéndose a la calidad de la megafonía.

"Trabajo ejemplar"

Aunque el ministro no reveló ni adelantó la reforma de la Ley Orgánica de la Defensa, que establecerá la obligatoriedad de contar con la autorización del Parlamento para el envío de tropas en misiones internacionales, calificó de "trabajo ejemplar" la tarea de las tropas en el exterior. "No todos pueden decir lo mismo", dejó caer como velada e irónica crítica a las denuncias contra soldados estadounidenses por torturas y malos tratos.

Para llegar hasta aquí, Bono hizo un incursión en la historia, remontándose a los antecedentes de la creación de la academia y al milagro de Empel: "En 1585 unos soldados españoles, no sé si en misión de paz, lograron derrotar al enemigo gracias al frío viento que heló las aguas permitiéndoles sorprender al adversario y después hallaron una imagen enterrada de la Inmaculada, a la que se atribuyó el milagro".

También echó mano de la historia para criticar que la de Zapatero haya sido la segunda visita de un presidente del Gobierno a la Academia de Toledo: "La primera fue la del conde de Romanones en 1913".

Sin abrigo, pese a que la temperatura rozaba los cero grados, y desenvolviéndose como aquel que juega en casa -por sus años como presidente de Castilla-La Mancha- Bono leyó ante el presidente del Ejecutivo el discurso que llevaba escrito.