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El Gobierno aprobará este mes la ley que obliga a consultar al Congreso los envíos de tropas

Zapatero reclama consenso para la iniciativa

Elsa Granda

Poco antes de las 11.00, el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, entró en el patio de armas de la Escuela de Infantería de Toledo en medio de una niebla gélida. Ayer era el día de la Inmaculada, patrona de los infantes, y para las Fuerzas Armadas traía el presidente felicitaciones y un anuncio: el último Consejo de Ministros del año aprobará la nueva Ley Orgánica de la Defensa, que dejará en manos del Parlamento el envío de tropas al extranjero.

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Antes de realizar este anuncio, el presidente del Gobierno asistió, acompañado del ministro de Defensa, José Bono; del presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, José María Barreda; del jefe del Estado Mayor de la Defensa, Félix Sanz, y de otros altos mandos castrenses, autoridades, militares, y familiares de los soldados, a un desfile militar, pasó revista a las tropas, presidió el homenaje a los caídos y escuchó los discursos del director de la Academia, el general Mateo Castañeyra, y de Bono. Zapatero comenzó su discurso trasladando la felicitación y el recuerdo del Rey Juan Carlos, con quien había hablado "momentos antes". "Una vez más, el Rey siempre está atento a su trabajo y a los intereses de España", dijo.

Después, llegó el momento de las novedades. La primera tenía forma de ley orgánica, la de la Defensa, que según indicó será aprobada antes de fin de año, y regulará la participación de las Fuerzas Armadas en misiones de paz, estabilidad y humanitarias de carácter internacional "a las que este país, como una democracia moderna y avanzada, está llamado en los próximos años". Aunque el presidente se refirió a que la norma "será aprobada dentro de poco", fuentes de Moncloa indicaron que será en el último Consejo de Ministros del año cuando se envíe al Parlamento la nueva ley para su aprobación. La nueva norma dejará en manos del Congreso la aprobación del envío de tropas, que hasta ahora sólo dependía del Ejecutivo.

El precedente de Afganistán

De hecho, Zapatero ya sometió a votación en el Congreso la misión de tropas españolas a Afganistán y Haití, el pasado julio. Una decisión histórica, ya que era la primera vez en 27 años de democracia en que se pedía el aval de la Cámara baja para una misión en el exterior. Fue entonces cuando habló por primera de la reforma anunciada ayer, pero sin indicar plazos. La promesa de que el Parlamento sería quien autorizaría el envío de tropas estuvo también presente en el discurso de investidura de Zapatero y fue también la plasmación de su desacuerdo con la decisión del Ejecutivo de José María Aznar de enviar tropas a Irak sin contar con el beneplácito de las cámaras de representación. Para llevar a cabo esta reforma, el presidente reclamó "el respaldo mayoritario de las fuerzas parlamentarias y un gran consenso nacional".

Tras recordar a "aquellos que dieron su vida por España", Zapatero alabó el proceso de modernización y profesionalización de las Fuerzas Armadas, y el papel desarrollado por los soldados españoles en Afganistán: "Es un brillante ejemplo por el que el Gobierno sólo ha recibido felicitaciones". A continuación anunció su intención de "mantener" e incluso "incrementar" el trabajo por la "mejora en sus medios y en sus retribuciones" y así lograr "unas Fuerzas Armadas de excelencia".

La mañana concluyó con una visita a las obras del futuro Museo del Ejército, que estará ubicado en el Alcázar de Toledo. A las puertas del edificio se habían concentrado unas 200 personas, muchas de ellas sorprendidas ante la llegada del presidente en un día en el que seguramente pensarían en disfrutar de un día festivo por las calles empedradas de la ciudad. Zapatero saludó y fue conducido al interior del Alcazar por el ministro Bono, que le explicó cómo discurren los trabajos de adecuación del edificio.

A Zapatero sólo le quedó por cumplir uno de los actos previstos en el programa del día: el brindis del ágape posterior al desfile castrense. Se le adelantó su ministro. "Brindad por la Infantería, por la Constitución, por la libertad y la igualdad de los españoles, por su majestad el Rey. ¿No les parece que todo podría resumirse en la invitación que les hago? Brinden conmigo por España".

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