China compra 23 aviones a Airbus por 1.000 millones durante la visita de Schröder
El canciller alemán se pronuncia en contra del embargo de armas impuesto a Pekín en 1989
China firmó ayer un pedido de 23 aviones Airbus, valorados en cerca de 1.000 millones de euros (1.300 millones de dólares), durante el primer día de la visita que el canciller alemán, Gerhard Schröder, está realizando al país asiático con objeto de impulsar las relaciones comerciales. La rúbrica del pedido pone fin a las especulaciones que han surgido en los últimos días sobre la negativa de Pekín a comprar las aeronaves hasta que Europa levante el embargo de armas a China. Schröder se pronunció ayer en contra del embargo, que fue impuesto en 1989 tras la masacre de Tiananmen.
El contrato del suministro de aparatos de los modelos A319, A320 y A321 es el tercero que logra Airbus este año en China, tras el que consiguió en junio para entregar 20 aviones A330-300 a China Eastern Airlines y el que siguió en octubre con Air China para seis A319.
El fabricante europeo y su rival estadounidense Boeing mantienen una lucha encarnizada por el activo sector de la aviación chino. Se calcula que el gigante asiático se convertirá en el segundo mayor mercado del mundo, detrás de Estados Unidos, en un plazo máximo de 20 años, con una flota de 2.800 aparatos. Esto supondrá la adquisición de 2.300 aviones, por un valor estimado de 183.000 millones de dólares (137.000 millones de euros), según Boeing.
Desde mediados de los años ochenta, cuando despegó el proceso de reforma y apertura chino, Airbus ha vendido más de 200 aeronaves en el país, donde, sin embargo, aún tiene menos aviones que el fabricante estadounidense.
China produce algunos componentes para la compañía europea. Chengdu Aerospace, Xian Aircraft y Shenyang Aircraft fabrican puertas y piezas de alas para algunos modelos.
Según Airbus, la región Asia Pacífico experimentará un incremento anual del tráfico de pasajeros del 6,13% -comparado con un 4,72% en el conjunto del mundo- entre los años 2000 y 2020, lo que convierte la zona en uno de los mercados clave para los constructores. Según los cálculos de la compañía, esta demanda requerirá 1.428 aviones de capacidad entre 250 y 400 pasajeros y 677 de más de 400 plazas.
Asia Pacífico es crucial para el superjumbo A380, que se convertirá en el mayor avión comercial del mundo cuando entre en servicio en 2006. Pero ningún compromiso fue firmado ayer -como tampoco lo fue durante la pasada visita del presidente francés, Jacques Chirac- sobre este avión considerado de suma importancia para los planes de Airbus en China.
Sin embargo, el contrato con Airbus no fue el único suscrito ayer. El grupo alemán Siemens cerró la venta de 180 locomotoras por 360 millones de euros y de equipos de alta tensión por otros 210 millones de euros. Alemania es el mayor socio comercial europeo de Pekín, con unos intercambios en los 10 primeros meses del año de 32.600 millones de euros. Según la agencia Xinhua, los dos países pretenden duplicar el volumen comercial bilateral para 2010.
Schröder, que estará tres días en China y viajará luego a Japón, dijo al primer ministro, Wen Jiabao, que planea visitar el país todos los años. Éste es el sexto viaje oficial que realiza. También repitió lo que ya ha afirmado anteriormente: que la Unión Europea debe poner fin al embargo de armas, una posición defendida igualmente por Francia, pero que cuenta con la oposición de otros países europeos, que consideran que la situación de los derechos humanos en China no aconseja su eliminación.
Según Pekín, la continuidad del embargo amenaza con dañar las relaciones diplomáticas. El embargo de armas será uno de los temas clave de la cumbre UE-China que se celebra mañana en Holanda, y a la que está previsto que asista Wen Jiabao.
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