El Gobierno portugués de centro-derecha cae tras sólo cuatro meses en el poder
El presidente de la República disuelve el Parlamento y convoca elecciones anticipadas
El presidente portugués, el socialista Jorge Sampaio, decidió ayer disolver el Parlamento y adelantar las elecciones legislativas, que estaban previstas para marzo de 2006. La decisión de Sampaio pone punto final a cuatro meses de Gobierno de centro-derecha, dirigido por Pedro Santana Lopes, marcados por polémicas y críticas generalizadas, procedentes incluso de figuras de su propio partido, el conservador Partido Social Demócrata (PSD). La renuncia del ministro de Deportes, uno de los colaboradores de Santana Lopes, ha precipitado la caída de todo el Gobierno.
El episodio que ha desencadenado los hechos era aparentemente irrelevante: el domingo, el ministro de Deportes, Henrique Chaves, dimitió, por considerar que el primer ministro no le había sido "leal" y había "faltado a la verdad". Chaves, amigo de Santana Lopes y considerado hasta entonces el más santanista de los miembros del Gobierno, aprovechó su salida para denunciar que en el Ejecutivo no existía coordinación. El ministro abandonaba el equipo de Santana Lopes cuatro días después de asumir el cargo.
La prensa portuguesa del lunes daba cuenta de la "extrema preocupación" de Sampaio, pero nada hacía prever que ayer el presidente decidiría acabar con el Ejecutivo de Santana Lopes. Todas las informaciones filtradas desde el palacio presidencial hacían creer que Sampaio había dado un ultimátum al primer ministro, exigiéndole una reestructuración gubernamental que fuera garantía de estabilidad. Santana Lopes explicó a los periodistas que el presidente ni siquiera le dio oportunidad de presentarle una solución porque cuando llegó al encuentro, Sampaio había tomado la decisión de adelantar las elecciones.
Los analistas se mostraban sorprendidos, pero sólo con el momento elegido por Sampaio. Los cuatro meses de Gobierno de Santana Lopes, que sucedió a José Manuel Durão Barroso cuando éste aceptó ser presidente de la Comisión Europea, han estado marcados por sucesivas polémicas que tuvieron al propio primer ministro como epicentro. Muchos analistas consideraban a Santana Lopes poco preparado para el cargo. Las encuestas eran demoledoras. La última, publicada por Público, le daba un 55% de rechazo entre los que calificaban su gestión de mala y muy mala, un récord casi histórico. Uno de sus ministros, Rui Gomes Da Silva, encargado de las relaciones con el Parlamento, tiene la nota más baja desde que se realizan este tipo de consultas de opinión.
Santana Lopes tampoco respetó las condiciones que le impuso Sampaio para nombrarlo primer ministro -seguir la política de rigor económico de Barroso- y el Gobierno se preparaba para hacer aprobar el 7 de diciembre unos presupuestos para 2005 que aplazaba el control de las cuentas públicas para poder bajar impuestos y subir los salarios, pese a las advertencias de Bruselas y del Banco de Portugal.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.