Morirse o ser sencillo
¿Cómo les enseño a mis hijas que es mucho mejor ser sencillo que estar muerto? ¿Cómo podemos llegar al absurdo de olvidar la fuerza que tienen estos mensajes, cuando están escondidos en canciones pegadizas que todos los niños repiten sin parar? Me considero un tipo sencillo, con una sencilla y anónima vida y, sinceramente, no me avergüenzo por ello, y espero que mis hijas tampoco aunque no paren de oír por televisión ese pegadizo estribillo de la niña de Eurovisión. Ya bastante les ocultamos a los niños el placer de disfrutar de lo sencillo, escondido detrás del estruendo superficial de esta sociedad.
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