"América Latina necesita consensos políticos"
América Latina aplica una disciplina macroeconómica que no implementó en décadas anteriores, pero no ha dado continuidad a sus políticas sociales y esa distorsión entorpece la lucha contra la pobreza, según José Luis Machinea, secretario ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), una de las cinco comisiones regionales de la ONU encargadas de promover el desarrollo económico. "La región ha aumentado el gasto social fuertemente. Pero necesitamos bastante más en términos de consensos políticos", afirma.
Pregunta. La evolución no alberga grandes expectativas.
Respuesta. Hay sentido de frustración, pero los Gobiernos han reaccionado de forma razonable. Hay muchas tareas para hacer, pero hay elementos para ser menos pesimista. Por ejemplo, a pesar de los problemas de Bolivia, este país acaba de hacer unos ajustes fiscales importantes.
P. Los sobresaltos políticos y los erráticos comportamientos económicos son constantes.
R. Ha sido así durante casi dos décadas y media con excepción de los comienzos de los noventa. Pero ahora se abre una oportunidad.
P. De todas formas, la clase política demuestra más miopía y electoralismo que capacidad para articular acuerdos de Estado.
R. Tiene razón. Hay muchos que quieren refundar los países, pero déjeme dar una nota de optimismo. Pese a las crisis, la región se ha mantenido ajena a políticas populistas y ha mantenido una disciplina, macroeconómica al menos, que no había conocido en décadas. Donde no ha habido continuidad son en otras políticas de Estado.
P. ¿Se refiere a los bandazos de los Gobiernos entrantes?
R. Viene un Gobierno y, salvo algunas excepciones, quiere cambiar las políticas. La región ha aumentado el gasto social, pero necesitamos bastante más en términos de consensos políticos.
P. Pero son paternalismos de Estado y en ocasiones clientelismo. Es casi dinero a fondo perdido.
R. De cualquier manera, hay programas, en México, Brasil y otros países, que tienen ayuda social y al mismo tiempo tienen condiciones: se da las ayudas en la medida en que, por ejemplo, los chicos se eduquen. Hay cosas que han comenzado a cambiar.
P. ¿Piensa de verdad que el populismo pierde fuerza?
R. No me animaría a decir eso. Lo que digo es que, a pesar de todo, hay una reacción de la gente contra del Consenso de Washington, que vota de esa manera y que los Gobiernos empiezan a buscar otras soluciones manteniendo políticas macroeconómicas razonables, algo que no era imaginable hace 15 años.
P. América Latina giró hacia la izquierda. ¿Es buena esa convergencia en un espacio político para favorecer el diálogo?
R. Es muy importante porque es un movimiento hacia la izquierda que mantiene la responsabilidad en el diseño de las políticas macroeconómicas. Y además crea espacios de diálogo que posiblemente antes no estuvieran.
P. ¿Qué políticas se necesitan para abatir la pobreza y conseguir la cohesión social?
R. La cohesión social implica crecimiento y asistir a las regiones de menor desarrollo relativo. Y lo segundo es que la región es muy volátil porque los choques externos también son muy fuertes. Existe la posibilidad de tener bancos o fondos regionales, que compensen, al menos parcialmente, la volatilidad de los flujos internacionales.
P. ¿Qué puede aportar la Unión Europea a la necesaria integración regional y cohesión social en Latinoamérica?
R. Europa es distinta de América Latina, pero hay algunas cosas de su experiencia que pueden ser útiles. Lo primero es la voluntad política para avanzar en la integración, que por momentos no ha funcionado adecuadamente en la región. El segundo es que uno construye la integración de la política y la economía. La tercera experiencia son los mecanismos de cohesión en Europa.
P. ¿Y los recursos para acometer todo eso?
R. Ahí comienzan las diferencias. Pero la idea de colocar la equidad en el centro de la política de desarrollo me parece que es algo que debiéramos aprender.
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