Rajoy culpa al Gobierno de que Carod se haya convertido en un "foco de crispación"

El líder de la oposición, Mariano Rajoy, acusó al líder de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Josep Lluís Carod, de ser "un foco de crispación" por haber llamado al boicoteo de la candidatura de Madrid para organizar los Juegos Olímpicos de 2012. Pero lo peor es, según Rajoy, que el presidente José Luis Rodríguez Zapatero haya potenciado el papel de Carod y de su partido "al elegirle como socio", a pesar de tener "otras alternativas", en alusión a la posibilidad que tenían los socialistas de pactar con CiU. Rajoy hizo estas declaraciones ayer en Sitges (Barcelona), donde el PP catalán celebró su congreso. Josep Piqué fue reelegido presidente, aunque con un apoyo menor que el que obtuvo en la anterior asamblea.

La dependencia del Gobierno respecto a Carod ha llevado al Ejecutivo socialista, según Rajoy, a "humillarse" para cumplir con las exigencias del líder independentista en la controversia sobre la unidad de la lengua catalana. Tras la visita de Carod a La Moncloa para entrevistarse con Zapatero, dijo el presidente del PP, "el Gobierno sale, se humilla, dice lo que dice, y entonces hay Presupuestos". Esta situación indica que España tiene en la actualidad "un Gobierno sin proyecto, débil, inestable, con un presidente mudo y a la deriva", sentenció Rajoy ante los asistentes al congreso del PP de Cataluña.

Rajoy calificó de "tropelía" contraria al Reglamento del Congreso de los Diputados la pretensión del Gobierno de volver a votar la reforma legal para cambiar el sistema de nombramientos de los jueces del Tribunal Supremo y de los Tribunales Superiores, que la semana pasada no prosperó al no alcanzar la mayoría cualificada por la ausencia, entre otros, de 18 diputados socialistas en el Pleno. Si se vota otra vez este proyecto como pretende el Ejecutivo, dijo Rajoy, "yo pido que se vuelvan a votar las enmiendas a la totalidad a los Presupuestos Generales del Estado".

El líder del PP sostuvo que el proyecto de ley orgánica de reforma del poder judicial es también en sí mismo una "tropelía", y lo incluyó en una lista de "cruzadas" equivocadas que el Gobierno del PSOE está llevando a cabo. En esa lista, citó en el primer puesto la cruzada contra Estados Unidos. En el segundo, la cruzada contra los católicos y en el tercero, la cruzada contra la independencia del poder judicial. Los congresistas aplaudieron particularmente cuando Rajoy acusó al Gobierno de "molestar a tanta gente", al lanzar "un torrente de declaraciones" contra personalidades de la Iglesia católica y violentando, en su opinión, el espíritu de lo que debe ser un Estado aconfesional como es España. También aplaudieron cuando pidió la dimisión del ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, por sus declaraciones sobre el apoyo del Ejecutivo de Aznar al golpe de Estado en Venezuela contra Chávez en 2002. Rajoy volvió a plantear esta dimisión como requisito necesario para que el PP tenga "relaciones normales" con el Gobierno.

El congreso del PP catalán vivió pendiente desde su inicio, el viernes por la tarde, hasta media mañana del sábado de la batalla que se desarrollaba en los pasillos para lograr los avales de los compromisarios entre el ex diputado leridano José Ignacio Llorens y los colaboradores de Piqué. Llorens, que acusaba a Piqué de haber cosechado en Cataluña en el último ciclo electoral los peores resultados del PP en toda España, se dio por vencido a las once de la mañana, no sin antes haber provocado un momento de pánico entre los oficialistas, que creyeron que iba a haber lista alternativa a la de Piqué. A Llorens le faltaron sólo 47 firmas.

Luego, el resultado de la votación reflejó la existencia de un foco de descontento y oposición, que Llorens se comprometió a articular a partir de hoy. Piqué obtuvo el 81,4% de los votos, como candidatura única. En el anterior congreso obtuvo el 91%. En su discurso tras la elección, Piqué pidió la colaboración del 18% de congresistas que no le votaron.