Atom Egoyan explora las dos caras del éxito y la fama

Un par de superestrellas del Hollywood de los años cincuenta con conexiones mafiosas, la muerte sin resolver de una joven y una periodista decidida a desenmarañar el misterio 20 años más tarde. Atom Egoyan cambia de tercio en su próxima película, Where the truth lies, para explorar el poder y el peso de la fama con Colin Firth, Kevin Bacon y Alison Lohman al frente del reparto. Coproducción anglo-canadiense, con un presupuesto de 23 millones de dólares, se rodó en Toronto y Los Ángeles antes de concluirla en Londres.

Colin Firth y Kevin Bacon dan vida a dos leyendas de Hollywood que en los años cincuenta cautivaron al público con números cómicos y musicales, y hacen honor al lema "sexo, drogas y rock and roll". " Vivimos a todo tren, tentados por las drogas, las mujeres y todos los vicios que el diablo ofrece a los famosos", explica el británico Firth, de 44 años, genuino gentleman en Bridget Jones.

Parte del lujo de esa vida hollywoodense asoma en los decorados de los estudios de Shepperton, donde concluyó el rodaje de Where the truth lies. Botellas de champán, cajas de mariscos, frutas exóticas.... son visibles entre el mobiliario con toques art-decó de la suite de un supuesto hotel. "Descubren el cuerpo de una joven en nuestra habitación, pero su muerte se queda sin resolver", adelanta Firth. "Sí", añade el estadounidense Bacon, "entra en juego la idea de que las celebridades pueden librarse del peor de los crímenes. Nadie nos acusa de nada, pero nuestro espectáculo se va a pique".

20 años más tarde se reabre el misterio en torno a esa muerte sin resolver. Una periodista, en la figura de Alison Lohman, prepara una biografía sobre la legendaria pareja y su investigación se detendrá en el presunto asesinato. "Mi personaje es pura adrenalina, apasionada, audaz, manipuladora y con una imaginación sin límite", describe la actriz, de 25 años.

Egoyan profundiza por primera vez en cuestiones del imaginario popular en Where the truth lies, cuyo guión ha adaptado de la novela del mismo título de Rupert Holmes. "Trata de Hollywood, de sus estrellas y sus mitos. Del contraste entre las vidas privadas y públicas y de cómo las celebridades ocultan ciertos aspectos de su personalidad detrás de la máscara pública. El tono puede resultar distinto a mis otras películas pero roza temáticas que siempre me han fascinado: de cómo reconciliamos versiones contrastadas de la verdad o navegamos en una situación con puntos de vista alternos sobre lo que pudo suceder", explica.

El realizador confió en la generosidad de la pareja protagonista para explotar, deconstruir e incluso criticar la percepción que el público tiene de ambos. Ve a Firth como un ser "civilizado, con una enorme proyección de su carácter", en contraste con la fama de Bacon como tipo "rebelde, impulsivo, imprevisible". "¿Qué hay en sus personas que impulsa estas reacciones?", se pregunta.

"Nuestro espectáculo es cómico y musical, pero esta película no es una comedia. Todo lo contrario, es un filme de suspense con toques de violencia, sexo y decadencia", resalta Firth.