Pilar Malla, propuesta para el cargo de 'síndic de greuges' de Barcelona

Pilar Malla, ex diputada autonómica del PSC y ex presidenta de Cáritas, será nombrada hoy síndica de greuges de Barcelona en el plenario del Ayuntamiento. Será la primera que ocupará el cargo y muy probablemente con el voto favorable de todos los partidos políticos del consistorio. Los tres del tripartito y CiU refrendan el nombre de Malla y el PP condicionó ayer su voto favorable a que se consensúe el reglamento de la nueva institución.

La mayoría cualificada que requiere el nombramiento estaba ya asegurada con el respaldo de la formación nacionalista que lidera Xavier Trias. Con todo, los cinco grupos políticos del consistorio se reunieron ayer por la tarde para consensuar del todo la propuesta. No fue posible por las reticencias del Partido Popular, que condicionó su voto a que el reglamento con el que funcione la nueva institución también sea pactado por el Gobierno y la oposición.

"No tiene nada que ver con la persona porque están fuera de duda su validez y garantía, pero no estamos del todo de acuerdo en el procedimiento final que ha seguido el alcalde", precisó Alberto Fernández Díaz, presidente del grupo municipal del PP. Esas reticencias -y también la adscripción política de Malla- se salvarían si hubiese acuerdo en el reglamento, y en esas negociaciones estaban ayer a última hora de la tarde la edil Assumpta Escarp (PSC), responsable de la regiduría de Participación, y Jordi Cornet (PP).

La creación de la figura del Síndic de Greuges de Barcelona, junto con el Consell de Ciutat, pone fin al proceso de participación ciudadana impulsado por el consistorio y reclamado por la oposición, especialmente en este último mandato.

El Síndic de Greuges de Barcelona tendrá como función atender las quejas de los ciudadanos por deficiencias del funcionamiento del consistorio. El alcalde, Joan Clos, destacó la experiencia de Malla y precisó ayer que el nombramiento podía haberlo realizado directamente la comisión de gobierno del consistorio, pero se ha preferido llevarlo a pleno y pactarlo con la oposición.