_
_
_
_
OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Eutanasia

Soy una persona normal y corriente y, como tal, siempre empeñado en llevar una vida lo más feliz posible, y esperando y deseando que dure mucho más. Pero el tiempo pasa inexorablemente y, precisamente ahora que por razón de edad el desenlace final se va acercando, una inquietud me asalta y está dando al traste con todos mis esfuerzos de placidez vital, basados siempre en tener la conciencia tranquila por no haber causado deliberadamente daño a nadie y haber respetado, hasta la obsesión, la libertad de los demás. Eso es lo que pido a ustedes ahora, señores de la Iglesia, que respeten la mía. Porque la desazón que me agobia no es debida al miedo a la parca que corta el hilo de la vida, pues no se puede luchar contra lo ineluctable, sino pensar cómo, en adelante, va a ser esa vida, la mía. Ya en una ocasión pasé por un trance muy difícil de dolor y sufrimiento que superé con humanidad, con valentía y, por supuesto, sin pretensiones de martirio ni inefable aceptación de ese dolor y sufrimiento. Uno y otro, ahí está el quid de la cuestión, cuando son irreversibles, sin posible retorno a una vida mínimamente llevadera, cuando su inutilidad los convierte en absurdos e intolerables, en ese momento, señores de la Iglesia, devolviéndome el respeto que yo siempre les he dispensado y dispensaré, les ruego hagan lo posible para no interferir en mi decisión suprema, cuando lo estime oportuno, con pretensiones morales que no me incumben porque mi vida es mía y no estoy dispuesto a prostituirla para satisfacer una crueldad doctrinaria que no duda en acudir a la tergiversación y al tremendismo para imponer sus designios.

Está claro que estoy hablando de la eutanasia. Señores de la Iglesia, déjenme que me refugie y confíe en el Estado de Derecho para mirar con confianza mi futuro. Por su parte, prediquen hasta desgañitarse su moral y sus principios, pero no inciten al enfrentamiento, no hagan un uso artero del "conmigo o contra mí". No es justo ni razonable.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_