El Ayuntamiento de Alicante sube un 14% los impuestos en tres años
El equipo de gobierno, que preside Alperi, del PP, prometió que congelaría la presión fiscal
El Ayuntamiento de Alicante, en manos del PP, apenas puede mantener en pie una de sus principales banderas electorales: la congelación impositiva. Ni siquiera se sustenta ya la argucia de que las tasas y los precios públicos -que han subido desde 2001 un 67,89%- no computan en el apartado de impuestos. Porque desde 2001, los impuestos directos han subido en Alicante un 5,39%. Y la presión fiscal real que soporta el ciudadano se ha disparado hasta el 14,47%.
El porcentaje de incremento de la presión fiscal que soportan los vecinos de Alicante aún crecerá más en 2005, porque el gobierno local ha anunciado un inminente aumento de las tasas. Como avanzadilla, la pasada semana elevó un 10% la tasa de basuras.
Con todo, Alicante no entra en el listado de las diez ciudades españolas con mayor presión fiscal: León, Barcelona, Jerez de la Frontera, Oviedo, Tarragona, Lleida, Burgos, Zaragoza, Logroño y Madrid. Aunque está más cerca de éstas que de las diez capitales con menor carga impositiva.
El gobierno municipal de Alicante, que preside Luis Díaz Alperi, sólo cumplió su promesa de mantener congelados los impuestos en 2003. Al margen de ese año, en el que se celebraron elecciones municipales, los tributos municipales han experimentado un crecimiento acumulado desde 2001 del 5,39%. El máximo incremento se ha producido este 2004, con un 4,32%. Con los recibos en la mano, el mensaje que pregona repetitivamente el gobierno del Ayuntamiento no cuadran, porque la repercusión impositiva real para el ciudadano, lejos del congelarse, ha aumentado desde 2001 un 14,49%. Este dato, que proviene de la propia Concejalía de Hacienda, es cuestionado por el gobierno local, que insiste en que la presión fiscal ha aumentado en paralelo al IPC y, por tanto, puede mantenerse que, técnicamente, sí es cierto su discurso de congelación tributaria.
Un estudio elaborado por el Grupo Socialista, en la oposición, en base a los sucesivos presupuestos municipales de ingresos y gastos, cifra en un 10 % la subida de la presión fiscal en Alicante desde 2001. Para el concejal socialista Luis Briñas, "lo grave del caso es que esa subida no repercute en una mejora en los servicios".
Según datos municipales, la presión fiscal real aumentó un un 4,6% de 2001 a 2002, disminuyó un 1,53% de 2002 a 2003 (año electoral), y se disparó a un 11,15% entre 2003 y 2004. El elevado incremento de las tasas municipales ha sido determinante en la subida de la presión fiscal global. Estas cargas impositivas subieron un 25,59% en 2002, bajaron un 8,78% en 2003 y se incrementaron un 46,55% en 2004.
Casi desapercibida ha pasado la aprobación en un 10% de la tasa municipales de basuras. El PP la aprobó el pasado lunes, en el controvertido pleno extraordinario sobre el proyecto del palacio de congresos en el barrio portuario de La Sangueta. La subida se aprobó con los votos mayoritarios del PP y el rechazo de la oposición, que tachó el incremento de "insolidario". La concejal de Hacienda, Rosa Ana Cremades, argumentó así la subida: "En una ciudad con dimensiones importantes surgen muchas necesidades y si el coste de los precios va en aumento pero la tasa se mantiene, el desfase entre el coste real del servicio y la recaudación va en aumento".
El concejal Briñas cuestiona la propia existencia de la tasa de basuras, que históricamente estaba incluida en el Impuesto sobre Bienes Inmuebles. Briñas advirtió de la existencia de contradicciones en el cobro de esta tasa, porque "se paga por la ubicación de la vivienda y no por el número de personas que habitan en ella". La portavoz de EU, Susana Sánchez, opina que la subida de la tasa de basuras es "un reflejo de la política económica del PP" y atribuye a una "mala gestión" el aumento que, independientemente de que sea tasa o impuesto, "repercute en en bolsillo de los ciudadanos".
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