Un granadino paga la mitad que un sevillano por consumir la misma cantidad de agua
Un informe de Medio Ambiente evidencia la disparidad de precios en Andalucía
A igual consumo, ocho precios. Un hogar sevillano paga el doble que uno granadino por consumir la misma cantidad de agua. La factura de una vecina de Huelva, que paga 0,7 euros por metro cúbico gastado, se parece más a la de una extremeña (0,76) que a la de una gaditana (0,56). Un estudio comparativo de la Secretaría General de Aguas de la consejería de Medio Ambiente evidencia la heterogeneidad en los precios y la calidad del suministro de agua urbana. Según este informe, la provincia de Sevilla es la única de Andalucía donde el coste medio del agua es superior a la media española.
Sevilla es la provincia donde los usuarios urbanos pagan más (0,87 euros por metro cúbico), mientras que Granada se sitúa en el otro extremo (0,42 euros por metro cúbico). Las demás oscilan entre los 0,51 de Jaén, la segunda tarifa más baja, y los 0,70 de Huelva, la segunda más elevada.
El trabajo de la Secretaría General de Aguas, un organismo dependiente de la Consejería de Medio Ambiente, ofrece tarifas medias de cada provincia, a partir de las cifras obtenidas en casi todos los municipios de la comunidad autónoma. Se han tomado como referencia datos de 2001, aunque desde la Secretaría General de Aguas sostienen que los precios han variado tan levemente que se mantienen los mismos resultados. Según este trabajo, Sevilla es la única provincia andaluza donde el coste medio del agua urbana supera la media española (0,81 euros por metro cúbico).
Los precios más elevados, según el documento, se concentran en las capitales de provincia y sus áreas de influencia, además del litoral. "Los sistemas supramunicipales con más de 100.000 habitantes presentan precios medios situados en la horquilla de 0,6 euros por metro cúbico a 0,8", señalan, mientras que por debajo de los 100.000 habitantes la tarifa es inferior a los 0,5 euros por metro cúbico.
Pero no sólo los precios difieren. En el estudio se hace hincapié en los evidentes efectos de estas desigualdades en la calidad del servicio. "Algunos de estos desequilibrios son fácilmente identificables por los ciudadanos (tiempo de respuesta para resolución de averías, sabor y/u olor del agua que se consume, estado de los ríos o las costas) mientras que otros son más complicados de percibir", señalan en el informe en alusión al estado real de las infraestructuras o la situación económica de las empresas y organismos encargados del abastecimiento.
De hecho, comparan la calidad del servicio en el área metropolitana de Sevilla, donde cualquier avería en la red se soluciona "habitualmente con rapidez, sin que el ciudadano se entere y, sobre todo, sin que peligre su abastecimiento", con un fallo similar en el Condado de Jaén, que condena a los vecinos a permanecer varios días sin suministro y a recurrir a "alternativas francamente incómodas (camiones cubas o nuevos pozos)".
La heterogeneidad de los precios y la desigual calidad en el servicio cobran especial interés ahora que la Directiva Marco de Aguas (DMA), de la Comisión Europea, obligará a modificar los actuales criterios de gestión, pero también repercutirá en un incremento de tarifas con el objetivo de que el precio pagado por el usuario se aproxime al coste real. Las tarifas andaluzas revelan, según el estudio, un "carácter altamente subvencionado", si bien desde Medio Ambiente se subraya que el "ajuste" del precio "debe estar ligado necesariamente a criterios de calidad y de mejora en el servicio público".
Para lograr que la gestión del ciclo integral del agua gane en eficiencia, el documento alude también a la importancia de las actuaciones en aguas residuales (infraestructuras de depuración y saneamiento) "para que los ríos dejen de ser sumideros de vertidos".
Las directrices comunitarias obligarán, por otro lado, a homogeneizar la calidad del agua para consumo humano. El estudio alude a más de 100 casos de problemas de abastecimiento a poblaciones generados por contaminación en la última década. Numerosas poblaciones andaluzas tienen problemas "asociados fundamentalmente a la contaminación difusa de origen agrario o a la salinización de los acuíferos". Uno de los episodios más recientes afectó a unas 20.000 personas en Jaén, que permanecieron sin agua más de 10 días por la contaminación de las aguas de un pantano con el herbicida Perbutilacina, que se emplea en olivos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.