Reforma del IRPF
Las manifestaciones que se han ido produciendo en relación con el futuro del IRPF han incidido en cuestiones de especial sensibilidad ciudadana, como son la deducción por adquisición de la vivienda habitual y de las aportaciones a los planes de pensiones.
La deducción por vivienda se enmarca en un reajuste a la baja, cuya principal justificación se basa en un intento por evitar que dicha deducción contribuya al crecimiento del precio de este bien de primera necesidad.
En cuanto a los planes de pensiones, el argumento se centra en una pretendida neutralidad del impuesto, a fin de que su tratamiento más favorable en el IRPF no condicione las decisiones del contribuyente en perjuicio de otras posibles inversiones financieras.
La deducción por vivienda se enmarca en un reajuste a la baja para evitar contribuir al crecimiento del precio de este bien
Estos planteamientos, juntamente con algunos otros, suponen una profunda remodelación del impuesto, con los consiguientes inconvenientes, aunque el ministro, con buen sentido común, quiere retrasar el debate hasta 2005.
El estímulo al ahorro, que ha supuesto el tratamiento en el IRPF de los planes de pensiones, es importantísimo y los ciudadanos pueden considerar que una alteración de esta norma es una profunda desventaja (se piensa que son derechos adquiridos) lo cual motiva que se sientan defraudados y que haya ha generado y que generará una amplia protesta social. Tampoco entenderán la promesa de que cuando se jubilen no tendrán que tributar, pues no tienen garantías de que un Gobierno futuro no vuelva a cambiar esta tributación.
Algo muy similar cabría decir de la deducción por vivienda habitual, y si el argumento es que puede alterar al alza el precio de la vivienda, lo que se debe hacer es lo que esta desarrollando la Agencia Tributaria: atacar el enorme fraude de parte del sector inmobiliario.
Todo invita a reflexionar sobre la idoneidad de las pretendidas reformas. Y parece más oportuno enfocar la política tributaria hacia una sustancial mejora de la recaudación, por medio de una decidida lucha contra el fraude, lo que, por otra parte, constituyó el planteamiento inicial de esta legislatura.
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