Rusia exige a Yukos otros 4.600 millones y eleva la deuda a 15.000
La principal filial de la compañía será subastada por 6.640 millones
La petrolera rusa Yukos sufrió ayer otro golpe a manos del Gobierno de Vladímir Putin. La cuenta pendiente de Yukos, acusada de haber engañado al fisco ruso, subió en 4.633 millones de euros correspondientes a 2003. La deuda total asciende ya a 15.440 millones de euros. Moscú también anunció que, para cobrar parte de la deuda, subastará la principal filial de Yukos a un precio de partida de 6.640 millones de euros.
El final de los 16 meses de agonía de Yukos se aproxima. La subasta de la principal filial y productora de la empresa, Yuganskneftegas, para la que el Gobierno ruso ayer fijó precio (6.640 millones de euros) y fecha (19 de diciembre), supondrá el desmembramiento de la petrolera y le quitará su principal fuente de ingresos. Como si fuera poco, el Gobierno ruso añadió ayer 4.633 millones de euros a las cuentas pendientes que tiene que saldar la petrolera para poder seguir operando. De esta forma, la deuda total supera los 15.000 millones de euros (más de 20.000 millones de dólares). Yukos ha devuelto hasta ahora 3.000 millones de euros, correspondientes a 2000 y parte de 2001.
El portavoz de Yukos, Alexandr Shadrin, dijo ayer: "Seguimos convencidos de que siempre hemos pagado debidamente todos los impuestos". Y añadió que la petrolera presentará sus objeciones, aunque también se mostró seguro de que "volverán a ser ignoradas" por el Gobierno y la justicia.
Según el Gobierno ruso, Yukos escondió gran parte de sus ganancias entre 2000 y 2003 para evitar el pago de impuestos. Los críticos del Kremlin, sin embargo, acusan al Gobierno de Putin de atacar a la petrolera como resultado de la oposición política que suponía Mijaíl Jodorkovski, el fundador de Yukos y una de las mayores fortunas de Rusia, que se encuentra tras las rejas desde octubre de 2003.
Steven Theed, presidente ejecutivo de Yukos, calificó el anuncio como "impresionante" y "esperado". "Impresionante porque es una descarada muestra de la idea que el Gobierno tiene sobre el imperio de la ley. Esperado porque, dada la dirección que había tomado el caso, la subasta de la filial se perfilaba desde hacía tiempo", añadió. La venta de la filial, dijo Theed, desembocará "en la destrucción de la petrolera". Yuganskneftegas supone el 60% de la producción de la compañía.
Venta a la baja
La subasta de la filial, que los analistas vaticinan como el tiro de gracia para la compañía, se llevará a cabo a un precio más bajo de lo que muchos pronosticaban. El precio fijado de 6.640 millones de euros está en la mitad de la que habían dado a la filial extractora los bancos JP Morgan (entre 12.000 y 14.000 millones) y Dresdner Kleinwort (entre 11.000 y 13.300 millones). En cualquier caso, el precio fijado no servirá para cubrir toda la deuda.
"El precio fijado para que arranque la subasta es completamente arbitrario" declaró un analista de Troika Capital Manangement a la agencia de noticias Bloomberg.
Según varios analistas, el bajo precio de la subasta tiene como objetivo conseguir que Yukos acabe desguazada mediante la venta de casi todos sus activos productivos.
La mayoría de los expertos señalan como gran aspirante a hacerse con la compañía a la gigante semiestatal Gazprom, al que el Gobierno pretende convertir en un consorcio energético de nivel mundial, previsiblemente a través de una alianza con otra petrolera rusa leal al Kremlin o incluso con alguna compañía extranjera bien vista por el Gobierno de Putin, como la alemana Eon o la italiana ENI.
Aunque la subasta será abierta y puede despertar los apetitos de otros gigantes extranjeros, como ConocoPhillips, ChevronTexaco, British Petroleum, Total o RoyalDutch Shell, los expertos no dudan de que será el Kremlin quien escogerá al futuro propietario. Los más pesimistas incluso no descartan que el Gobierno invalide la subasta, si el aspirante elegido no dispone de suficiente liquidez, y la repita a la baja.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.