Israel pone en libertad al jeque Hasan Yosef, nuevo líder del movimiento integrista Hamás
El dirigente palestino asegura tras salir de la cárcel que "la Intifada debe continuar"
Las autoridades israelíes liberaron ayer a Hasan Yosef, uno de los máximos dirigentes de la organización fundamentalista Hamás, responsable del movimiento en Cisjordania. Con la puesta en libertad de este jefe radical, que reclama la continuidad de la Intifada y se opone a la convocatoria de las elecciones presidenciales, Hamás recupera el liderazgo perdido la pasada primavera tras el asesinato de Ahmed Yassin y Abdelaziz Rantisi por los israelíes. Aunque su nombramiento no es oficial, todos dan por hecho que Hasan Yosef es desde ahora el nuevo número uno de Hamás.
"Nada de tregua, nada de calma. Ninguna paz es posible sin arreglar antes el problema de los detenidos y la recuperación de todos los derechos palestinos. La Intifada debe continuar", aseguró ayer en su domicilio de Betunia, a pocos kilómetros del sur de Ramala, Hasan Yosef, de 49 años, maestro y padre de ocho hijos, cuando todavía no habían transcurrido tres horas de su puesta en libertad.
Hasan Yosef acaba de cumplir 28 meses de prisión, que le fueron impuestos en el año 2002 por un tribunal militar de Israel ante la supuesta financiación de la organización integrista a través de varias organizaciones religioso-caritativas. La mayor parte de su condena la cumplió en la prisión militar de Al Saba, al norte de Israel, salvo los últimos 11 meses, en los que permaneció internado en un campo de concentración de Bersheva, en el corazón del Neguev. Tras cumplir la sentencia, los militares ordenaron provisionalmente un último traslado a la base israelí de Ofra, de la que salió ayer a las once de la mañana en medio de gritos de sus familiares y seguidores.
Aunque oficialmente Hasan Yosef es sólo responsable del movimiento en Cisjordania, su puesta en libertad supone para el movimiento fundamentalista Hamás la recuperación de un líder fuerte, carismático y popular que llena el vacío dejado en la cúpula dirigente tras los asesinatos del jeque Ahmed Yassin y Abdelaziz Rantisi en Gaza la pasada primavera por el Ejército israelí. La organización, descabezada tras estas dos muertes, había elegido como líder provisional a su portavoz en Gaza, el médico Mahmud Zahar, un hombre gris y sin personalidad, al tiempo que traspasaba gran parte de las decisiones políticas a Jaled Mechal, quien vive en Damasco.
La irrupción en la escena política de Hasan Yosef con sus planteamientos radicales representa sin embargo un gran contratiempo para la nueva dirección palestina. O, en el mejor de los casos, una complicación añadida, sobre todo ahora que trata de impulsar un proceso de transición ajustándose a la legalidad, en calma y con absoluta transparencia. Para ello es imprescindible contar con el apoyo de los movimientos fundamentalistas, especialmente el de Hamás, el principal partido de la oposición.
"No a las elecciones presidenciales en solitario, tal y como propone el Gobierno palestino. Hamás sólo aceptará participar en las elecciones presidenciales si se celebran junto con las legislativas y las locales", aseguró Yosef cerrando de esta manera la puerta al diálogo y haciendo frente común con los otros compañeros de Gaza, que desde hace tres días rechazan insistentemente el modelo de transición propuesto por el presidente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Mahmud Abbas.
El líder de Hamás aseguró que no tiene ningún encuentro previsto con Abbas, el nuevo hombre fuerte de la dirección palestina, pero añadió que las puertas de su casa estarían permanentemente abiertas para recibir a cualquiera.
Informes médicos de Arafat
El primer acto oficial de este dirigente de Hamás al salir de la cárcel fue dirigirse al patio de la Mukata para rezar la fatiha (la oración de los muertos) ante la tumba del presidente Yasir Arafat. Para él suponía un gesto de admiración, pero también de acatamiento hacia el rais, a quien siempre respetó y defendió, incluso en los momentos más difíciles y polémicos. Sólo después de haber rezado ante el túmulo del primer presidente de Palestina, Hasan Yosef regresó a su casa.
Precisamente el Gobierno francés anunció ayer que entregará los informes médicos del rais a sus familiares cuando reciba la petición formal al respecto. Según afirmó un portavoz del Ministerio de Defensa francés citado por Reuters, la esposa de Arafat, su hija, Zahua, y su sobrino, Nasser al Kidua -representante de la Autoridad Palestina en Naciones Unidas-, obtendrán copias de los informes clínicos con total libertad para que después puedan hacer el uso que quieran de ellos.
El ministro de Asuntos Exteriores palestino, Nabil Chaat, confirmó ayer que Al Kidua ha pedido acceder al documento alegando su parentesco. "Respetamos la ley francesa, que establece que sólo la familia tiene acceso a esta información; los informes serán remitidos a Nasser al Kidua, quien los hará llegar a la comisión", añadió el ministro en referencia al organismo oficial palestino creado para investigar las causas de la muerte del rais.
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