Obsesión por multar
Resulta increíble la obsesión del Ayuntamiento de Barcelona con las multas de aparcamiento. Resido en una calle donde se puede aparcar por quincenas en cada uno de sus lados. Al cambiar la quincena, se tiene que trasladar el coche antes de las 8.00 horas.
Parece ser que los agentes de la Guardia Urbana se dedican a recorrer estas calles a primera hora para multar a los vehículos que aún no han sido cambiados. De otra forma, no entiendo cómo en una calle sin apenas tráfico, alejada del centro, pasados 26 minutos de las 8.00 ya están multados todos lo vehículos. Ojalá la Guardia Urbana actuara con la misma agilidad en todos los asuntos, sobre todo cuando se la llama porque se requiere su ayuda.
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